El Ayuntamiento de Madrid acometerá a mediados de 2021 la remodelación de la calle de Alcalá, en el tramo entre Cedaceros y la plaza de Cibeles, para recuperar el aspecto de bulevar que tenía la vía hasta el siglo XX, con el doble de arbolado y con la ampliación de la acera norte entre Cibeles y Gran Vía.
Esta reforma se llevará a cabo en paralelo a la peatonalización definitiva de Sol, informa este martes el diario «ABC» y han confirmado a Efe fuentes de la Concejalía de Obras y Equipamientos.
Las mismas fuentes detallan que estas obras costarán alrededor de 8,7 millones de euros y tienen un plazo estimado de 12 meses, aunque el proyecto tendrá que pasar por Junta de Gobierno cuando se conozcan los remanentes, una vez se liquide el presupuesto de 2020.
El proyecto de la reforma de Alcalá incluye la remodelación de su carril bici, con la eliminación de sus puntos más peligrosos; la ordenación de las marquesinas de autobús en la isleta que protege al carril bici, la creación de un nuevo paso de peatones a la altura de la calle Barquillo, y la unificación del pavimento para “dar coherencia y unidad formal”.
La previsión de obras también incluye la remodelación de varias calles perpendiculares a Alcalá, como Marqués de Valdeiglesias, Marqués de Cubas y Barquillo hasta la plaza del Rey.
Además, el plan está dirigido a mejorar la “integración paisajística” del pebetero instalado recientemente en homenaje a los fallecidos por la covid-19.
Por otro lado, la concejalía de Obras y Equipamientos se compromete rehabilitar la pavimentación de otras calles que habían sido peatonalizadas en la década del 2000, pero cuyos firmes se encuentran “en franco estado de deterioro”, como en el caso de Montera, cuya reforma se acometerá también en 2021.
A ello se suma que actualmente el Consistorio ya trabaja en la renovación de la pavimentación completa de la calle Arenal, con el fin de favorecer una movilidad peatonal “adecuada” y de accesibilidad universal.
Peatonalización de la Puerta del Sol
Por otra parte, el Ayuntamiento confirma que la reforma de Alcalá se llevará a cabo en paralelo a la peatonalización definitiva de la Puerta del Sol, que está previsto comenzar a finales de 2021 y que pretende, además de mejorar la calidad del aire y hacerla más accesible, devolver a la plaza su valor “monumental y funcional”.
Para ello, se la dotará de homogeneidad, de espacios de sombra y de un “criterio de orden” del que ahora carece, según la concejalía de Obras.
Esta peatonalización se extenderá a la calle Alcalá hasta la calle Sevilla, la Carrera de San Jerónimo hasta Canalejas, y la calle Mayor entre Sol y Esparteros.
Con estas obras, el Ayuntamiento de Madrid busca “poner en valor el patrimonio” del entorno del centro, por ser “el espacio más representativo de la ciudad”.
Reordenación de los elementos de Sol
Para conseguir estos objetivos, se plantea la reordenación de todos los elementos existentes, para ubicarlos en lugares “más adecuados” y que permitan “poner en valor la espacialidad de la plaza, mejorar su funcionalidad y su seguridad”.
Esto implicará “despejar” el espacio central, para lo que se propone trasladar la escultura de Carlos III y las fuentes al eje que conecta la calle Mayor con la Carrera de San Jerónimo; y agrupar los quioscos en sendos pabellones, y las otras dos esculturas, el Oso y el Madroño y la Mariblanca, en el arco norte de la plaza.
Del mismo modo se pretende el traslado del ascensor de Adif, que actualmente se encuentra en el centro de la plaza, a uno de sus laterales.
Sin embargo, todas estas propuestas deberán consensuarse definitivamente con los distintos servicios municipales, organismos y administraciones competentes, como el área de Medioambiente y Movilidad, Adif, Metro de Madrid y, especialmente con la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, por ser la Puerta del Sol Bien de Interés Cultural.
Fuente: © EFE 2020.