El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha aprobado la modificación de las tarifas del agua, una medida que entrará en vigor el 1 de junio y que busca fomentar un consumo eficiente y penalizar el despilfarro
Este ajuste en las tarifas, gestionadas por el Canal de Isabel II, es el primero en diez años y afectará principalmente a los grandes consumidores de agua, mientras que la mayoría de los usuarios domésticos no verá un incremento en sus facturas.
La estructura tarifaria se mantiene congelada para los consumos medios y la parte fija de la tarifa, tanto para usos domésticos como industriales y comerciales. Sin embargo, se introducen cambios en la parte variable de la tarifa doméstica, que ahora se dividirá en cuatro bloques de consumo:
- Bloque 1: De 0 a 20 m³ (congelado)
- Bloque 2: De 20 a 40 m³ (incremento del 8%)
- Bloque 3: De 40 a 60 m³ (incremento del 16%)
- Bloque 4: Más de 60 m³ (15% más caro que el bloque 3)
Este cuarto bloque, nuevo en la tarifa, está dirigido a los grandes consumidores, como hogares con jardines, piscinas privadas y fuentes ornamentales. Según el Gobierno regional, llegar a este bloque implica un consumo de más de 400 litros por habitante y día para una vivienda media de 2,5 habitantes.
Impacto y objetivos
El consejero de Presidencia, Miguel Ángel García Martín, ha indicado que el objetivo de esta modificación es concienciar a la sociedad sobre la importancia del uso eficiente del agua. Aunque la mayoría de los madrileños ya tiene un comportamiento ejemplar en este sentido, la medida busca reforzar esta conducta.
Según el Gobierno, el 71% de las facturas de los usuarios domésticos no se verán afectadas por estos cambios, ya que el consumo medio en los hogares es de 19 m³ bimestrales, por debajo del umbral del primer bloque. El Canal de Isabel II estima que estos cambios generarán un aumento en la recaudación de aproximadamente 54,8 millones de euros en el primer año y 36,6 millones en los años siguientes. Estos ingresos adicionales se invertirán en mejorar la infraestructura, actualizar equipos y mejorar el servicio al cliente, así como en proyectos que promuevan un uso más eficiente del agua.
Desde 2022, el Canal de Isabel II ha estado desarrollando el Plan Smart Water, que incluye la telelectura de contadores de agua, lo que facilitará la implementación de las nuevas tarifas y el monitoreo del consumo.
