Madrid, 14 nov (EFE).- Con «c» de Ciencia y de Congreso; la oficina que asesora a los parlamentarios en materia de investigación y de tecnología (conocida como la «Oficina C») ayuda ya a los políticos a escudriñar y profundizar en algunas materias que pueden resultar especialmente áridas pero muy de actualidad y hoy ha puesto de relieve que el progreso avanza siempre de la mano de la ciencia y de la política.
La «Oficina C» ha presentado hoy en el Congreso los primeros informes que ha elaborado a petición de la Mesa de la cámara baja, durante una jornada que ha servido también de arranque de la «Semana C», un programa de emparejamientos en el que diez científicos intercambian experiencias con otros tantos diputados y que se enmarca en las actividades con las que el Congreso se ha sumado a la Semana de la Ciencia.
Los primeros informes que ha publicado la oficina y que se han presentado hoy aportan algunas claves sobre el uso del hidrógeno verde como combustible y el estado en que se encuentran algunos proyectos españoles; los últimos avances en el diagnóstico y tratamiento del cáncer; muchas de las aplicaciones que la inteligencia artificial puede tener en el campo de la salud; o los retos y riesgos de la ciberseguridad.
Elaborados y revisados con una rigurosa metodología científica, los cuatro informes han llegado respaldados por abundante bibliografía y entrevistas con personal experto en cada área y resumen el contexto regulatorio y la evidencia científica y tecnológica disponible y sus implicaciones en cada uno de los temas que se han analizado.
La jornada, que ha reunido a decenas de políticos de todos los grupos, científicos, tecnólogos y académicos, ha sido inaugurada por la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, quien ha subrayado la importancia que la cámara ha dado a la nueva Oficina, la trascendencia de aunar la ciencia y la política y cómo esa suma va a redundar en beneficio de toda la sociedad; «el progreso es siempre la suma de ciencia y política», ha manifestado.
Batet ha subrayado el interés, a la hora de diseñar políticas públicas y con el objetivo de que las medidas que se adopten sean eficaces, de contar con la evidencia científica. «El mundo es lo que es, con independencia de lo que cada uno pueda creer, y por eso acceder al conocimiento científico disponible en cada momento es fundamental si queremos que las medidas y acciones políticas tengan mas sentido».
La presidenta de la cámara baja, quien ha insistido en que la ciencia «no prescribe qué políticas debemos adoptar, pero sí nos dice cuál es la realidad a la que deben responder esas políticas», ha valorado los avances «prodigiosos» de la investigación durante los últimos años y que permiten mirar «con esperanza y confianza» al futuro, y ha citado la vacuna contra la covid, el descubrimiento de las células responsables de las metástasis del cáncer o los progresos en computación cuántica.
La Oficina de Ciencia y de Tecnología se puso en marcha para proveer a las Cortes de evidencias científicas sobre determinados temas científicos de interés y de actualidad y ayudar así a los diputados a tomar decisiones a la hora de legislar, y tras analizar varias opciones e iniciativas que ya existen en otros parlamentos, la Mesa de la Cámara se inclinó por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) para que prestara ese servicio.
Entre sus cometidos, la oficina se encarga de elaborar de manera imparcial e independiente informes que recogen el consenso científico y técnico de asuntos que puedan interesar a los diputados, y toda la información que genera se publica y es accesible para toda la sociedad.
Así, en pleno debate sobre la interconectividad de los suministros energéticos entre la península Ibérica y el resto de Europa y la construcción del gasoducto «Midcat», los diputados han conocido el papel que el hidrógeno verde puede jugar en la transición hacia una economía descarbonizada en 2050; la cadena de valor que puede tener (desde la producción, el almacenaje, la distribución y uso final); o los principales retos a que se enfrenta la implementación de este sector.
Cuando ha echado a andar el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) para la Salud de Vanguardia -dotado con 1.500 millones de euros- han conocido un informe que evidencia cómo la digitalización y los recientes avances en técnicas de inteligencia artificial (IA) ofrecen muchas oportunidades para mejorar la salud de los ciudadanos, las decisiones clínicas o la gestión administrativa.
Los diputados han tenido acceso a un informe científico que ha radiografiado la situación del cáncer en España y cómo los últimos avances en diagnóstico y en tratamientos están cambiando la forma de abordar una enfermedad -cada año se diagnostican en España unas 300.000 personas- que causa un gran impacto personal, económico y social.
Y en un año en el que se han sucedido los ciberataques a instituciones, organismos públicos y empresas, la «Oficina C» ha puesto de relieve en otro documento cómo este problema puede afectar a fábricas conectadas (un ataque puede paralizar un proceso productivo) a objetos de uso cotidiano (como electrodomésticos) o a infraestructuras sensibles y estratégicas, y que una sociedad tecnológicamente avanzada no tiene por qué ser más insegura.
Todos se han dado hoy a conocer durante la jornada que se ha programado en el Congreso, en la que se han expuesto diferentes fórmulas para favorecer el asesoramiento científico al poder legislativo que existen en otros parlamentos y la importancia de combinar y permear la vorágine y la inmediatez propia de la política y la paciencia y el rigor que requiere la ciencia.