Esta costumbre busca optimizar la luz del día y sus efectos en la sociedad
El cambio de hora de verano 2024 en España está programado para el último domingo de marzo, específicamente el 31 de marzo, marcando la transición hacia un período que busca aprovechar mejor la luz natural durante los meses más cálidos del año. Este ajuste implica adelantar los relojes una hora, de modo que a las 02:00 am pasarán a ser las 03:00 am, proporcionando tardes más largas de luz solar.
La práctica de cambiar la hora dos veces al año, adelantando los relojes en primavera y atrasándolos en otoño, tiene como objetivo principal hacer un uso más eficiente de la luz natural, reduciendo la dependencia de la iluminación artificial. Esta medida fue adoptada inicialmente durante la Primera Guerra Mundial como una forma de ahorrar energía, y aunque su eficacia en términos de ahorro energético es motivo de debate actualmente, sigue en funcionamiento en muchas partes del mundo, incluida España.
El cambio de hora puede tener diversos efectos en las personas, afectando desde los patrones de sueño hasta el estado de ánimo. La adaptación al nuevo horario puede provocar en algunos casos fatiga, somnolencia durante el día o dificultades para conciliar el sueño en las noches siguientes al cambio. Sin embargo, los beneficios de disfrutar de más horas de luz durante la tarde suelen ser bien recibidos, especialmente por aquellos que valoran la oportunidad de realizar actividades al aire libre después del trabajo o las clases.
Para facilitar la transición al horario de verano, los expertos recomiendan ajustar gradualmente el reloj biológico unos días antes del cambio, acostándose y levantándose un poco más temprano de lo habitual. Asimismo, aprovechar al máximo la luz natural durante el día y limitar la exposición a pantallas electrónicas antes de dormir puede ayudar a minimizar los efectos adversos del ajuste horario.