Los desplazamientos diarios en Madrid se reducen un 35 % tras el estado de alarma

El número de viajes totales representa de media el 65 % de los trayectos que se realizaban en el mismo periodo de 2019 debido a la menor actividad económica y el aumento del teletrabajo

El Área de Medio Ambiente y Movilidad que dirige Borja Carabante ha informado hoy a la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid sobre el estado de la movilidad de la ciudad. Para ello, ha elevado un informe que analiza cómo han variado los ciudadanos sus preferencias para realizar sus desplazamientos diarios tras el comienzo de la crisis sanitaria y del que ha informado la portavoz municipal, Inmaculada Sanz, en la rueda de prensa posterior. La evolución observada confirma la reducción de la movilidad en general en un 35 % desde que finalizó el fin del estado de alarma hasta el pasado 8 de septiembre en comparación con el mismo periodo del año pasado.

Según se desprende del estudio elaborado por la Dirección de Planificación e Infraestructuras, antes del 14 de marzo se producían en la ciudad 9,3 millones de viajes un día tipo laborable con origen o destino Madrid. De esta cifra, el 36 % se realizaba en transporte público; el 35 % en vehículo privado y el 29 % a pie, en bici o en Vehículos de Movilidad Personal (VMP). Progresivamente, esta radiografía ha cambiado.

Durante el estado de alarma, sobre todo las tres primeras semanas, los viajes diarios cayeron un 85,4 % de media hasta situarse en 1,35 millones. En ese periodo excepcional, los trayectos en vehículo privado subieron nueve puntos respecto a la etapa precovid, hasta representar el 44 % de los desplazamientoslos realizados en transporte público se desplomaron hasta el 25 % (11 puntos menos) y la movilidad en medios blandos (bicis, patinetes o VMP) creció tres puntos, hasta el 32 %.

Tras el fin del estado de alarma, incluyendo el inicio de la actividad escolar, Madrid ha ido recuperando el pulso de la movilidad pero en nada se parece aún a la estampa que se reflejaba a principios de marzo, ya que durante la primera semana de septiembre se han contabilizado una media de 5,8 millones de viajes diarios, lo que supone un descenso del 36 % de los desplazamientos generales si se compara con 2019. De este dato, el 36 % se realiza en vehículo privado, el 31 % en transporte público y el 33 % en modos blandos.

La media del reparto modal desde el fin del estado de alarma demuestra que el modo de transporte más usado por los ciudadanos es el vehículo privado (42,3 %), que ha crecido siete puntos si se compara con el mismo periodo de 2019. Le siguen las bicis y otros vehículos de movilidad urbana (32,6 %), que han subido cuatro puntos y, por último, el transporte público (25 %), cuyo uso ha bajado 11 puntos.

Normalmente, durante la primera semana de septiembre siempre se detectaba un incremento sustancial de la movilidad en coche frente a la primera semana de julio, pero en 2020 han sido muy similares, incluso dos puntos superiores en julio, debido, probablemente, tal y como recoge el análisis, al cambio de las pautas vacacionales y al incremento del teletrabajo.

La bicicleta, en concreto BiciMAD, es el único modo de transporte que no solo ha recuperado los valores precovid, sino que los ha superado, llegando a registrarse récord de usos el 19 de junio, con 17.338 viajes. Durante los meses de junio y julio el número de usos fue prácticamente un 14 % superior a los registrados en los mismos meses del año pasado.

En la primera semana de septiembre se ha mantenido el crecimiento de los usuarios de BiciMAD, siendo un 10 % superior al mismo mes del año pasado.

Tras finalizar el estado de alarmael crecimiento de viajes en la Empresa Municipal de Transportes (EMT) ha sido superior a las previsiones iniciales, sin embargo, en julio los desplazamientos solo representaban el 59 % de los que hubo en el mismo mes de 2019; en septiembre, con unos valores similares a los de julio, el número de viajes supuso el 56 % respecto al mismo año. El ligero repunte en su uso en septiembre se puede deber, por una parte, a que la población lo percibe como un medio seguro y, por otra, a que no pueden realizar sus viajes de otro modo.