Inversiones en la Axarquía y proyectos de digitalización del agua entre las medidas principales
La Diputación de Málaga ha anunciado una inversión de 44,2 millones de euros en una serie de medidas para abordar la sequía que afecta a la provincia. En un evento dedicado al tema del agua, el presidente de la Diputación, Francisco Salado, destacó la urgencia de actuar ante lo que considera un problema estructural en Málaga, especialmente en su área metropolitana, que abarca 40 municipios y alberga al 91% de la población provincial.
Salado resaltó que los fondos se destinarán a diferentes frentes, incluidos 15 millones de euros para un plan especial en la Axarquía, enfocado en obras hidráulicas y mejora del abastecimiento de agua potable. Adicionalmente, se han asignado 13,7 millones de euros a actuaciones hidráulicas y transferencias a municipios para proyectos contra la sequía, complementados con 15,5 millones de euros para un proyecto recién aprobado que busca digitalizar el control del consumo de agua y reducir las pérdidas en 71 municipios.
El presidente enfatizó la importancia de la colaboración entre distintas administraciones para enfrentar esta problemática, destacando que, aunque las obras hidráulicas son costosas y menos visibles para los ciudadanos, son esenciales para garantizar el suministro de agua. La Diputación de Málaga se compromete a invertir 200 millones de euros en cuatro años en infraestructuras hídricas y acciones contra la sequía, incluida la reparación y modernización de 24 depuradoras que benefician a 35,000 habitantes.
Desde 2017, se han realizado inversiones significativas en municipios menores de 20,000 habitantes para renovar redes de abastecimiento y construir nuevos depósitos. El año pasado, se transfirieron 34,5 millones de euros a los ayuntamientos para mejorar infraestructuras hidráulicas, además de disponer de 17,9 millones de euros en fondos incondicionados.
Salado también subrayó la planificación de futuros planes de concertación enfocados en el ciclo integral del agua y la lucha contra la sequía, así como en abordar la despoblación. Hizo un llamado a la solidaridad interregional y a una coordinación efectiva entre administraciones para asegurar la seguridad hídrica de la provincia, resaltando que el futuro sostenible de Málaga y su población depende de estas acciones.
