Ciudad Real, 11 dic (EFE).- Asociaciones ecologistas regionales y locales con representación en el Patronato del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, en la provincia de Ciudad Real, han pedido en relación al desarrollo del marco de actuaciones prioritarias para la recuperación de este espacio protegido que, como punto de partida, se declare el parque nacional en ‘Estado de Conservación Desfavorable’.
Representantes de las organizaciones ecologistas en declaraciones a EFE, han señalado que de manera prioritaria, este marco de actuaciones debe abordar la ampliación del Parque Nacional hasta una superficie de 13.000 hectáreas, con una zona periférica de protección de 15.000 hectáreas, así como el cambio de su nombre por el de Parque Nacional de Las Tablas y Ojos del Guadiana.
Los ecologistas han comentado que ante la presentación de este marco de actuaciones prioritarias, que tendrá lugar este jueves durante la reunión del patronato del parque, se van a oponer a la adopción de medidas que profundicen en una mayor artificialización de los ecosistemas del parque nacional, como por ejemplo, nuevos trasvases de agua.
En este sentido, han señalado que es necesario que este espacio protegido disponga de cierta cantidad de agua para que el deterioro no sea aún mayor y, sobre todo, para prevenir incendios en la turba, pero esa agua, en todo caso, «debe proceder de la propia cuenca» de ahí que hayan insistido en que «el único trasvase posible es el trasvase del regadío manchego a los acuíferos y a Las Tablas de Daimiel».
En este marco, y una vez alcanzado el objetivo de recuperación de Los Ojos del Guadiana y que el ecosistema de tablas fluviales funcione de manera natural, sería oportuno abordar el derribo de las presas de Puente Navarro, Morenillo y Entrambasaguas.
Para los ecologistas también hay que ahondar en la recuperación hidrogeomorfológica de los ríos Guadiana y Gigüela y con ello la de sus acuíferos aluviales, y para lograrlo «es prioritario el deslinde de los cauces del río Guadiana, Azuer y Gigüela en el ámbito de la Cuenca Alta del Guadiana».
Así mismo, han opinado que debe exigirse una mejor gobernanza del uso del agua en el Alto Guadiana, de la mano del respeto exigente de la legalidad y combatir con más medios y voluntad política el problema de los ilegales y la sobreexplotación de las aguas subterráneas.
Para ello, han dicho que se debe disponer de una información fidedigna sobre la situación de las extracciones, tanto legales como ilegales, y se debe abordar la caracterización socioeconómica del medio agrario en el ámbito de la Cuenca Alta del río Guadiana.
Los grupos regionales y locales han asegurado que no van a apoyar un Marco de Actuaciones Prioritarias en el que se malgasten fondos públicos si no se ataja la raíz del problema, que a su entender es la sobrexplotación hídrica, a través de una reducción drástica de las extracciones para el regadío.
Para estos colectivos, se ha de trabajar en la línea de redirigir el modelo agrario de la zona hacia actividades que no supongan gasto de agua.
Para ello, debe extenderse una economía que sustituya parcialmente el regadío y que con ello se reduzca la presión sobre los recursos hídricos y se mejore la economía gracias a su diversificación hacia otros sectores.
Finalmente, los ecologistas han señalado que el problema actual de Las Tablas de Daimiel es de tal envergadura y se encuentra tan enquistado que debe abordarse a través de un proceso de mediación/intermediación lo más neutral posible con expertos independientes que dictaminen la idoneidad de las actuaciones de gestión a aplicar en el Marco de Actuaciones Prioritarias y un compromiso de todas las partes de llegar a un acuerdo.