Madrid, 5 mar (EFE).- El Ayuntamiento de Madrid asumirá la gestión total de la vía de la M-30 el 1 de enero de 2026, a través de la compra del 20 % del accionariado privado de la vía de circunvalación, que actualmente se gestiona a través de un modelo mixto en el que el Gobierno municipal ostenta el 80 %.
La M-30 es propiedad del Ayuntamiento de la capital desde 2004, cuando el Ministerio de Fomento efectuó la transferencia de competencias, y desde entonces, se ha gestionado a través de una sociedad mercantil, Madrid Calle 30 S.A., que inicialmente fue 100 % municipal para ser después una empresa mixta tras la entrada en el capital social del socio privado.
El lunes, en un encuentro informativo, la delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, explicó que el cambio de modelo permitirá un ahorro aproximado de más de 50 millones de euros al desaparecer el pago del IVA o el impuesto de sociedades, así como la deuda de crédito subordinado.
Esta cifra es provisional, en tanto que el Consistorio está esperando a los resultados de un informe técnico elaborado a través de un contrato del área de Economía, Hacienda y Personal que también determinará el coste de la operación.
En la actualidad, la gestión de la M-30 se articula en torno a un contrato relativo a los servicios de gestión integral de la autopista y un convenio que regula el mantenimiento y explotación de la infraestructura firmado por Madrid Calle 30 y la Empresa de Mantenimiento y Explotación S.A. (Emesa), formada por ACS y Ferrovial.
Pese a que la vigencia de los dos acuerdos abarca hasta el año 2040, el Ayuntamiento puede ejercitar una opción de compra de las acciones del socio privado antes de que termine 2025, por lo que la operación tendrá lugar el 31 de diciembre de ese año.
Según detallaron fuentes del área de Obras y Equipamientos, en ese momento se abre una opción de compra sin tener que indemnizar al socio privado, debido a una cláusula del contrato. De haber efectuado la absorción antes, sí se tendría que haber pagado.
El Consistorio madrileño está trabajando en dos vías: una administrativa y “enormemente larga”, en la que deberán cerrar todos los flecos burocráticos y la tramitación del expediente de cambio de forma de gestión, y otra de carácter técnica para evaluar la conservación, inversión y explotación de Calle 30.
La nueva gestión, que deberá refrendarse en el pleno municipal, incluye la tramitación de forma paralela de los contratos que deberán sustituir al contrato vigente entre Madrid Calle 30 y Emesa para garantizar la continuidad en el servicio desde el 1 de enero de 2026, fecha en que la vía de circunvalación será ya cien por cien pública, y la compra previa de las acciones de Emesa.
Los trabajadores de Calle 30 pasarán a formar parte de las plantillas de las empresas con las que el Ayuntamiento de Madrid lleve a cabo contratos y serán subrogados según el convenio de cada categoría.
La M-30 consta de un anillo de 32 kilómetros de los que 22 discurren a cielo abierto y diez bajo tierra, haciendo de ella la red de túneles de carretera urbanos más extensa de Europa y la segunda del mundo, después de Japón.
La vía de circunvalación es la más transitada de España, con 374 millones de desplazamientos y 468 millones de usuarios contabilizados en 2023.
