Tokio, 1 oct (EFE).- El gabinete del hasta ahora primer ministro japonés, Fumio Kishida, dimitió este martes en masa antes del nombramiento por parte de la Dieta (Parlamento) de Shigeru Ishiba, nuevo líder del partido gobernante, como primer ministro.
«Ha sido aprobada la dimisión de todo el Gobierno en la reunión del Gabinete, aunque en caso de emergencia, están listos para tomar cualquier medida necesaria», explicó hoy el hasta ahora portavoz gubernamental japonés, Yoshimasa Hayashi, en una rueda de prensa.
Hayashi destacó la celebración de la reunión del G7 en Hiroshima en 2023 o el importante incremento en el presupuesto de defensa del país como algunos de los éxitos del Gobierno de Kishida, quien decidió dejar el cargo por su baja popularidad y los escándalos de financiación que salpicaron a miembros de su partido y Gabinete.
«El Gobierno de Kishida se ha enfrentado a cuestiones pendientes en materia de economía, defensa y diplomacia, promoviendo un ciclo de crecimiento», añadió Hayashi, tras un mandato que ha durando 1.094 días, siendo el octavo más largo tras la Segunda Guerra Mundial.
Ishiba, de 67 años, se impuso el pasado viernes en las primarias del conservador Partido Liberal Democrático (PLD), en unos comicios internos a los que el actual primer ministro decidió no presentarse para promover «una renovación» en su formación y asumir responsabilidades por dichos escándalos de financiación irregular.
El Parlamento nipón, donde el PLD ostenta una amplia mayoría junto a su socio de Gobierno, el partido budista Komeito, votará este martes en una sesión extraordinaria convocada para ratificar el nombramiento del nuevo líder de la fuerza conservadora como jefe del Ejecutivo.
En una comparecencia ante los medios el lunes, Ishiba anunció sus planes para disolver las cámaras después de que se formalice su nombramiento y convocar elecciones generales a finales de mes, un año antes de que concluya la legislatura actual en octubre de 2025.
Ishiba, que fue ministro de Defensa y de Agricultura y Pesca y secretario general del conservador Partido Liberal Democrático anteriormente, llega al cargo de primer ministro con una popularidad del 52 %, un porcentaje modesto para un político que se estrena en el cargo, según una encuesta publicada en la víspera por el periódico nipón Mainichi.