Teresa Díaz
Madrid, 20 nov (EFE).- «Habrá pareceres y discrepancias, pero pido un gesto de generosidad, de altruismo y que todo lo que se critique sea desde el punto de vista técnico. No aceptaré directrices de carácter político que alteren lo que proponga», advierte en una entrevista con EFE el general Francisco José Gan Pampols.
Este militar retirado asumirá el viernes la vicepresidencia encargada de coordinar la reconstrucción de las zonas de Valencia afectadas por la dana consciente de la «gran responsabilidad» y el «enorme reto» que tiene por delante y, también, de que va a estar expuesto «al escrutinio constante».
Pero asegura estar preparado para las críticas, siempre que «sean «constructivas y se ciñan a aquello que es mi competencia, que es la parte de reconstrucción».
«Por eso pido encarecidamente que no haya ningún tipo de interferencia que no sea esencialmente técnica y hecha por profesionales», insiste.
Manos libres para actuar
El general Gan dice tener las manos libres para planear, programar y ejecutar. Así se lo ha comunicado el presidente valenciano, Carlos Mazón. «Y evidentemente, le creo», asegura.
Este miércoles se ha hecho público que otro militar, el general de brigada Venancio Aguado será su número dos como secretario autonómico, lo que en el Ejército equivale a un jefe de Estado Mayor, precisa.
Fue una de las peticiones que hizo a Mazón para asumir el cargo: tener un colaborador próximo de su «absoluta confianza», con el que tiene, además, «una compenetración perfecta», asegura.
Aunque de momento no tiene pensado incorporar a su equipo a ningún otro militar, no lo descarta si surgiera una necesidad que no pudiera ser atendida por el personal técnico de la comunidad autónoma.
Una memoria económica para cada plan
Reconoce que la disponibilidad económica es un «factor determinante» en la reconstrucción. «Esto cuesta lo que cuesta, parece una perogrullada, pero no lo es. Cada uno de los planes cuando se programen y se ejecuten tendrá una memoria económica asociada, y eso es lo que hay que dotar para que no se paralicen», señala.
Además, recalca, «hay que hacerlo con la debida diligencia porque la situación debe resolverse lo antes posible», especialmente todo aquello que tenga que ver con los planes de prevención y protección para que cuando vuelva a ocurrir una situación similar, «que ocurrirá», se minimicen sus efectos.
No obstante, es consciente de que en estos momentos es imposible cuantificar la reconstrucción porque ni siquiera sabe aún los planes que hay que ejecutar. «Decir que sé todo lo que tengo que hacer, sería un rasgo de soberbia», sostiene.
Su primera prioridad, las personas
A falta de conocer en detalle la información real, subraya que su primera prioridad van a ser las personas, intentado que retornen lo antes posible a condiciones de vida parecidas a las que tenían antes del desastre.
Pero también atender a los autónomos, porque «son un tejido importantísimo en esa zona» y ayudar, en la medida de lo posible, a la recuperación de las empresas, «que son las que de una forma más evidente anclan más población al territorio».
El general pone el acento en que la emergencia no ha desaparecido como tal. Aún se están atendiendo muchos de los elementos que se consideran críticos para un retorno básico a la normalidad y en el momento en que eso se logre «se puede empezar a reconstruir».
Mientras tanto, se trata de «obtener la mejor información posible e ir haciendo una priorización clara de lo que se va a tener que hacer».
«No lo veo resuelto en el corto plazo»
El viernes tomará posesión del cargo y el lunes ya estará sobre el terreno. Empezará una ronda de visitas; en primer lugar se reunirá con los alcaldes de la zona que son quienes tienen el conocimiento de primera mano y los primeros destinatarios de todos los esfuerzos.
«Les atenderé personalmente porque quiero que me vean y que sepan a qué me comprometo con ellos», señala.
Con cada corporación municipal se realizará «ese granulado fino que se necesita para poder planear en detalle, ser rigurosos a la hora de determinar qué hay que hacer», explica.
No maneja plazos. «Esto costará lo que cueste y ese es el tiempo que emplearemos. No veo esto resuelto en el corto plazo», admite.
«Asumo el cargo desde una posición absolutamente apolítica»
Gan no considera que experiencias como la de la reconstrucción de Afganistán, que lideró, sean extrapolables a Valencia «en el sentido de poder aplicar unas lecciones aprendidas de forma mimética».
Pero sí cree que por su dilatada carrera en las Fuerzas Armadas puede aportar una mentalidad de saber orientarse a la consecución de un objetivo, una disciplina personal e intelectual, saber mandar, coordinar e impulsar, cohesionar, dirigir equipos humanos y tener muy claro que el asesoramiento técnico es básico para la toma de decisiones.
Asegura que le sorprendió mucho cuando Mazón le llamó para proponerle el cargo. «Era un feliz jubilado con mis nietas, dando algunas clases a universidades de mayores. Era un apacible estudioso de la realidad y ahora eso se ha trastocado».
Asume el cargo como un paréntesis en esa vida tranquila porque afirma rotundo que ni es político ni tiene ambiciones políticas, ni, en ningún caso, va a seguir en una actividad política.
«No entiendo la connotación política que tiene el cargo, pero le doy mi palabra que lo asumo desde una posición absolutamente apolítica y únicamente de servicio», afirma rotundo.
Eso sí, no le costó mucho aceptar «porque en mi profesión se enseña desde que uno empieza a edad muy temprana que la más principal hazaña es obedecer y en ningún modo pedir ni rehusar. «Así que cuando a uno le piden que sirva, no tiene más remedio que decir que sí».