El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el indulto parcial -continúan inhabilitados-, reversible y condicionado para los nueve condenados por el proceso independentista en Cataluña, una medida de gracia que el Ejecutivo justifica por «razones de utilidad pública»
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el indulto parcial -continúan inhabilitados-, reversible y condicionado para los nueve condenados por el proceso independentista en Cataluña, una medida de gracia que el Ejecutivo justifica por «razones de utilidad pública».
En una breve declaración institucional sin preguntas en las escalinatas del Palacio de la Moncloa, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha avanzado la concesión de estos indultos que, remarca, pretenden abrir una nueva etapa de diálogo que acabe con el enfrentamiento en Cataluña.
Sánchez ha explicado que se conmutarán las penas pendientes de prisión de los condenados aunque se mantendrán las de inhabilitación, es decir, que no podrán ejercer cargos públicos mientras dure la pena.
Los indultos además estarán condicionados a que no cometan un delito grave en un periodo de entre tres a seis años o, de lo contrario, esta medida de gracia «quedaría sin efecto».
«Las razones de utilidad pública tienen que ver con la necesidad de restablecer la convivencia y la concordia en el seno de la sociedad catalana y en el conjunto de la sociedad española», ha proclamado Sánchez.
A su juicio, con los indultos «hay camino» para la concordia en el seno de la sociedad catalana y de la sociedad española en general.
«El Gobierno ha tomado esta decisión porque es lo mejor para Cataluña, porque es lo mejor para España y conforme con el espíritu de concordia y de convivencia de la Constitución española», ha añadido antes de afirmar que la sociedad española quiere una Cataluña europea, próspera, plural, solidaria y con un alto grado de autogobierno»,
En esa línea ha precisado que «Cataluña sin España ni sería europea, ni próspera ni plural (…ni sería cataluña)» y «España sin Cataluña simplemente no sería España.
La medida de gracia ha recalcado que no exige que los beneficiados por ella cambien sus ideas.
«No esperamos tal cosa. De hecho, las personas encarceladas jamás fueron sancionadas por sus ideas, sino por sus actos contrarios a la legalidad democrática», ha añadido.
En esa línea, ha manifestado que una democracia fuerte como la española no pide a nadie que renuncie a sus ideas, pero exige que todas las ideas se defiendan en el marco de la legalidad y con respeto a los derechos de todos.
Además, ha insistido en sus palabras pronunciadas el lunes en Barcelona en las que defendió que los indultos no sólo benefician a los nueve dirigentes independentistas, sino a «cientos de miles de catalanes y catalanas que se sienten solidarios con quienes están presos y a muchos otros en Cataluña y en España que no respaldaron sus actos pero que creen que ya han cumplido suficiente castigo».
Sánchez ha garantizado que su Gobierno va a seguir trabajando por el entendimiento y no por el enfrentamiento y pretende abrir un nuevo tiempo de diálogo y tender puentes de convivencia entre personas alejadas en lo político pero que no pueden ignorarse entre sí.
«Vivimos juntos y juntos tenemos que afrontar las mismas preocupaciones y los mismos problemas. Encontraremos dificultades en el camino pero creo que merece mucho la pena intentarlo», ha recalcado.
El presidente del Gobierno ha proclamado su intención «de cerrar de una vez por todas la división y el enfrentamiento» y ha asegurado que la democracia española ha demostrado su grandeza.
Por eso ha considerado que es una buena ocasión para que demuestren también la suya aquellos que cuestionan el indulto.
«Es el momento de la política, de pasar página, de concentrar fuerzas y mejorar la vida de nuestro pueblo en estos tiempos de dificultades y de muchas esperanzas».
Fuente: © EFE 2021