El Gobierno retoma con urgencia el proyecto de Ley del Cine y la Cultura Audiovisual

Una sala de cine en Santander. EFE/Pablo Ayerbe

Madrid, 11 jun (EFE).- Las principales asociaciones del sector audiovisual consideran que la Ley del Cine aprobada hoy en el Consejo de Ministros está bien, porque ha sido muy consensuada, pero nace obsoleta por los continuos nuevos desafíos, como la Inteligencia Artificial, por lo que confían en que mejore tras su paso por el Parlamento.

Los máximos responsables del sector han apuntado a EFE su preocupación por el hecho de que la financiación de la ley se haga a través del Fondo de la Cinematografía, ahora que se amplía a todo el sector audiovisual. Y también por el riesgo de que las enmiendas de los distintos grupos parlamentarios puedan dar al traste con todo el trabajo hecho.

Ley obsoleta y mejorable: empieza el baile parlamentario

En ese sentido, Fabia Buenaventura, desde PATE (productores independientes de cine y televisión, que representan aproximadamente al 85% del sector) opina que es «una ley esperada que empezó a trabajarse hace más de cuatro años y es muy probable que esté atrasada u obsoleta, porque en estos años el sector ha avanzado y avanza con muchísima rapidez».

«Valoramos mucho que por fin se incluyan en esta legislación otros contenidos audiovisuales, además del cine» porque la línea entre el formato cine y series está cada vez más diluida, añade Buenaventura.

Coincide con ella la presidenta de AECINE (Asociación Estatal de Cine), María Luisa Gutiérrez, en que «esto avanza a tal velocidad que la legislación siempre va a ir por detrás».

«Obsoleta sale seguro -opina Gutiérrez-. La empezamos a trabajar cuando la Inteligencia Artificial ya era una realidad pero no estaba encima de la mesa como está hoy en día».

Gutiérrez adelanta que su preocupación es que «ahora empieza el baile parlamentario y nos tocará hablar con todos los grupos para ver las enmiendas que hay que meter».

Un concepto en el que abunda Estela Artacho, presidenta de FEDICINE (Federación de Distribuidores Cinematográficos), preocupada por «cómo pueda cambiar la ley con las mayorías que hay ahora en el Parlamento, ya que cada uno de los cambios necesitará prácticamente la aprobación de todos y cada uno de los grupos porque, de otra manera, se puede echar para atrás».

«Necesitamos una ley que dure, la anterior ha estado vigente desde 2007, nos preocupa que se estropee», ha advertido la responsable de esta federación que agrupa al 90 % del mercado de la distribución, que representa a las llamadas 'majors': Paramount, Sony, Universal, Disney y Warner Brothers.

La nueva cuota de pantalla

El proyecto de ley reduce del 25 al 20 % la obligación de las salas de cine de programar cine europeo y, como novedad, incluye también en ese porcentaje el cine iberoamericano y el dirigido por mujeres.

La federación de exhibidores mayoritaria, FECE, pide su completa eliminación al considerar que no cumple la función para la que se diseñó.

Su otra gran reivindicación es el restablecimiento de lo que llaman una «ventana» de exhibición de cien días, que garantice la exclusividad de la proyección en salas de cine durante ese periodo.

Con respecto a la cuota, la reivindicación de los distribuidores independientes (ADICINE) es la contraria, querían que se mantuviera tal y como estaba para hacer efectiva la cacareada diversidad cultural.

La reducción del porcentaje y su extensión al cine iberoamericano y dirigido por mujeres supone en la práctica una disminución de la protección al cine europeo, según Lara Pérez Camiña, copresidenta de ADICINE.

En cuanto al nuevo Consejo Estatal de la Cinematografía y de la Cultura Audiovisual, ADICINE teme que sea un organismo «ineficaz», al tener solo carácter consultivo, no vinculante.

En el lado positivo de la balanza, aplauden la idea de incentivar la generación de nuevas audiencias y que se obligue a las plataformas a facilitar datos de visionados.

Todos los consultados creen que la nueva ley se asienta en un proyecto de ley «que se sometió a todo tipo de consultas, que lleva años puliéndose» y que, siendo mejorable, «está maduro».

Para Fabia Buenaventura, de la misma manera que el Gobierno hizo con el España Hub Audiovisual «un esfuerzo enorme en la anterior legislatura para atraer hacia España rodajes, inversiones, o digitalizar empresas, ahora es el momento ideal y le toca el turno a que los esfuerzos se focalicen en el sector en España».