Zagreb, 27 oct (EFE).- El líder serbobosnio, Milorad Dodik, defendió este viernes la creación de una Gran Serbia en los Balcanes antes de su próxima visita a Moscú, donde espera reunirse con el presidente ruso, Vladimir Putin, por tercera vez desde la invasión rusa de Ucrania.
«Los serbios debemos proclamar nuestro Estado unido, integrado por la República Serbia (de Bosnia), Serbia, Kosovo y Montenegro”, aseguró el líder serbobosnio en declaraciones a medios rusos que hoy publica la televisión pública serbobosnia RTRS.
En opinión del líder secesionista, que viajará a Moscú a primeros de noviembre, los cambios deben hacerse pronto para aprovechar la nueva «estructura del orden mundial» que se está formando y con la que «acabará la dominación occidental».
El ideal de unir todos los territorios poblados por serbios en un Estado homogéneo, la «Gran Serbia», es uno de los sueños de los ultranacionalistas serbios y fue también defendida por el líder serbobosnio condenado por crímenes de guerra Radovan Karadzic.
Occidente, y especialmente EE.UU. y Reino Unido son, según Dodik, perniciosos para el pueblo serbio, «lo que es visible en la República Serbia, Kosovo, Montenegro, en todas partes», aseguró.
La única posibilidad de preservar la paz en Bosnia-Herzegovina, en su opinión, es una «separación pacífica» de la República Serbia, una de las dos entidades que componen el país.
«¿Qué diablos hacemos nosotros (los serbios) en Bosnia-Herzegovina?» se preguntó, e hizo constar que el pueblo mayoritario del país, los bosnios musulmanes, «son únicamente capaces de exportar terrorismo y extremismo».
El Alto representante internacional para Bosnia-Herzegovina, el alemán Christian Schmidt, es, en su opinión, «un simple cerdo fascista», que «propaga aquí la ideología del fascismo», pero Occidente lo apoya, para imponer su dominación.
Dodik, que no oculta sus aspiraciones secesionistas, mantiene un duro enfrentamiento con el Alto representante por unas leyes para desconectar la República Serbia de Bosnia del control de las autoridades centrales bosnias.
«No puede haber diálogo con Occidente. Porque solo impone sus exigencias que deben ser ejecutadas», aseguró Dodik, a la vez que elogió las posturas de Rusia.
«Rusia promueve una política de no injerencia en los asuntos de otros países, y acoge a todo país, indistintamente de su tamaño, como socio», consideró.
Hizo constar que Rusia «debe terminar su trabajo en Ucrania», y establecer un control, además, sobre «todo el espacio que puede ser peligroso para Rusia».
Aparte de temas políticos, en los que la República Serbia (de Bosnia) y Rusia «comparten un máximo nivel de entendimiento mutuo”, Dodik tiene previsto tratar durante su visita a Rusia a comienzos de noviembre, también temas económicos, en especial la construcción de un gasoducto para transportar gas ruso hasta la capital serbobosnia, Banja Luka.