Madrid libera más de 3.000 plazas de estacionamiento en tres años

El gobierno local ha retirado alrededor de 1.200 vehículos abandonados de las calles en 2023

La gestión municipal ha permitido despejar autos desocupados, mejorando la seguridad y la higiene pública. Los distritos de Puente de Vallecas y Villaverde lideran en la cantidad de vehículos retirados, seguidos de cerca por Villa de Vallecas, Tetuán, Centro y Salamanca. El proceso de retirada es llevado a cabo por los Agentes de Movilidad y la Empresa Municipal de Transportes (EMT), con una tarifa municipal de 147,50 euros por la grúa, con un recargo diario de 19,20 euros mientras el vehículo permanezca en el depósito.

El Ayuntamiento de Madrid ha retirado el año pasado un total de 1.162 vehículos abandonados, continuando una tendencia al alza desde 2021, cuando se retiraron 1.140 vehículos, mostrando un incremento del 1,93%. Estos resultados se deben a campañas de inspección realizadas por los Agentes de Movilidad y reportes ciudadanos. Borja Carabante, delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, junto con Alfonso Sánchez, gerente de la EMT Madrid, supervisaron las operaciones coordinadas entre la dirección general de Gestión y Vigilancia de la Circulación y la EMT Madrid.

Carabante resaltó los beneficios de este protocolo, que no solo mejora la seguridad y la higiene pública al eliminar vehículos abandonados de las calles, sino que también libera espacio de estacionamiento para los residentes. En los últimos tres años, se han recuperado más de 3.000 plazas de aparcamiento gracias a estas medidas.

Los procedimientos de retirada se activan principalmente por denuncias vecinales a través de Avisa Madrid, así como por inspecciones realizadas por los Agentes de Movilidad. Los motivos del abandono son diversos, desde situaciones familiares hasta vehículos accidentados o propietarios que ya no hacen uso de ellos.

En cuanto a los protocolos de actuación, existen dos modalidades: urgente y habitual. El primero se aplica cuando un vehículo abandonado representa un riesgo inmediato para la ciudadanía, mientras que el segundo se sigue para casos menos urgentes. Las tarifas por la retirada y el almacenamiento varían según el tipo de vehículo y el tiempo de permanencia en el depósito.