
París, 26 mar (EFE).- La actriz Fanny Ardant declaró este miércoles en defensa de Gérard Depardieu, acusado de agresiones sexuales a dos mujeres en un rodaje en el que ella también trabajó, y además de explicar que no presenció nada «chocante», dijo de él: «todo genio tiene algo de extravagante, de insumiso».

La actriz, que había sido citada como testigo ante el Tribunal Correccional de París por la defensa de Depardieu, entró en la sala de audiencias dirigiéndole una amplia sonrisa y al terminar su declaración se despidió de él dándole dos besos de forma cariñosa.
Ardant señaló que entendía que el tribunal intenta establecer la verdad, una tarea que le parece «difícil», e insistió en que con su testimonio lo que quería era «ampliar el debate» más allá de los elementos de la acusación.
Subrayó que durante su carrera Depardieu ha dado a los personajes que ha interpretado «riqueza» y «diversidad» y eso «poniéndolo todo de su parte, lo mejor y lo peor», y justificó esa entrega porque como espectador «nadie puede identificarse con un señor perfecto».
«Hay que dar toda su vida para eso y Gérard lo ha dado todo», señaló antes de añadir que «sin correr ese riesgo no se es un artista, sino sólo un servidor».
Fanny Ardant contó que Depardieu tiene una fuerte personalidad, que durante un rodaje interacciona y habla con todo el mundo, desde los actores y los directores hasta los asistentes o los electricistas, que «le gusta la polémica», que «se mofa, provoca» y «dice groserías».
«Sé que el mundo ha cambiado, que la sociedad ha cambiado (…) que hay cosas que ya no son tolerables», señaló en una apenas velada referencia al movimiento de denuncia de las agresiones sexuales y el acoso.
Pero cuando el presidente del tribunal le preguntó si vio durante el rodaje de ‘Les volets verts’ de 2021 en el que ella también trabajó algún comportamiento de agresión sexual por parte de Depardieu, respondió que escuchó «sus provocaciones» pero «nunca asistí a un gesto que me pareciera chocante».
También quiso dejar claro que el actor se dirige a los demás con vehemencia y suelta «palabrotas» pero «a Gérard se le puede decir que se calle».
Igualmente puntualizó que durante ese rodaje estuvo presente únicamente en algunas escenas y no lo presenció todo.
La famosa actriz, de 76 años, ha generado polémicas en Francia en los últimos años por su firme apoyo al director franco-polaco Roman Polanski, que ha sido acusado en varias ocasiones de violación y abusos de menores, aunque solo un caso ha llegado a la Justicia, en EE.UU., adonde no puede volver.
Después de Fanny Ardant, que fue la primera de los testigos en este juicio, declaró una asistente de realización que contó haber presenciado la agresión sexual contra una de las víctimas que han denunciado a Depardieu, una decoradora del rodaje identificada por su nombre, Amélie.
«Vi a Amélie que estaba atrapada entre las piernas de Gérard Depardieu», relató esta testigo de la acusación, que añadió que «no creía lo que veía».
De acuerdo con el relato de Amélie, el actor la manoseó en los muslos, ingles, nalgas y en los pechos, mientras ella permanecía «petrificada».
Depardieu también está acusado por otra de las trabajadoras del rodaje, una asistente de dirección que le reprocha haberla agredido en tres ocasiones. De ser declarado culpable, podría ser condenado a cinco años de cárcel y a 75.000 euros de multa.