Guillem Gisbert (Manel): Hasta ahora no me sentía preparado para cantar sobre mi juventud

Guillem Gisbert, vocalista de Manel, confiesa en una entrevista con EFE que hasta ahora no se ha sentido "preparado para cantar sobre mi juventud", algo que refleja en canciones de 'Balla la masurca!', su primer proyecto en solitario desde que la banda catalana anunció un parón de su actividad en marzo de 2023, un álbum que publica este viernes. EFE/Alejandro Garcia

Barcelona, 1 mar (EFE).- Guillem Gisbert, vocalista de Manel, confiesa que hasta ahora no se ha sentido «preparado para cantar sobre mi juventud», algo que refleja en 'Balla la masurca!', su primer proyecto en solitario desde que la banda catalana anunció un parón en marzo de 2023, un álbum que se publica este viernes.

En una entrevista con EFE, Gisbert explica que cuando se planteó cómo enfocar este álbum no trató de «buscar un resultado», pero inevitablemente «salieron cuestiones como la juventud, la falta de vocación o el azar».

Después de 15 años, los integrantes de Manel, con cinco discos y reconocimientos como el Mejor Disco Pop por 'Els millors professors europeus' (2008), y Grupo Catalán Revelación de los Premis Enderrock en 2008 que situaron al cuarteto barcelonés en el panorama musical catalán, decidieron emprender retos en solitario.

 Una trayectoria marcada por el azar

Guillem Gisbert, vocalista de Manel, confiesa en una entrevista con EFE que hasta ahora no se ha sentido "preparado para cantar sobre mi juventud", algo que refleja en canciones de 'Balla la masurca!', su primer proyecto en solitario desde que la banda catalana anunció un parón de su actividad en marzo de 2023, un álbum que publica este viernes. EFE/Alejandro Garcia

«Con 28 años no me interesaba hablar sobre la juventud, aún estaba en esa lucha. Ahora me he podido formar un punto de vista que puedo explicar desde un espacio de certidumbre», cuenta a EFE Gisbert, quien afirma que durante la elaboración del disco, con once canciones, afloraron cuestiones como la vocación o el azar.

En este sentido, el artista confiesa que «no esperaba ser cantante de pop», pero que, durante el camino, conoció a sus tres compañeros de grupo, Roger Padilla (guitarrista), Martí Maymó (bajista) y Arnau Vallvé (batería), que lo llevaron a serlo.

«Quería hablar sobre el ambiente oscuro de cuando era estudiante y me inquietaban temas como la vocación, mirar el futuro y no verlo claro», relata el barcelonés, a quien la oportunidad de dedicarse a la música le llegó en un momento de crisis vocacional tras estudiar la carrera de Periodismo.

Este momento de revelación vocacional queda patente en la canción 'Cantiga de Montse', donde hace referencia a una juventud «sin rastro de revuelta».

Sin embargo, en el repertorio de 'Balla la masurca!' ese principio contrasta con 'Estudiantina', una tuna (agrupación musical formada por universitarios) en la que expresa la rebeldía de los estudiantes sin vocación, una realidad que tiempo atrás tuvo que afrontar.

El título del disco, que coincide con el de la segunda canción, menciona la mazurca (danza folclórica polaca) que, según su parecer, jugaba con la época de la Europa del este de posguerra, que quiso vincular a la idea del álbum de «complacer a una autoridad», y considera además que «tiene una buena sonoridad».

Pese a haber emprendido un camino en solitario, en 'Balla la masurca!' (Ceràmiques Guzmán) hay sonoridades que son identificables en repertorios de la banda de la que ha sido vocalista desde 2008.

«Cuando empecé en solitario, ser reconocible con la banda era inevitable. En mi caso, al ser cantante y compositor importante del grupo, este factor era aún más claro», reconoce Gisbert, consciente de que lo más difícil de trabajar de forma independiente es «la falta de confrontación de ideas».

Asimismo, destaca que en ningún momento ha sentido la necesidad de romper con su pasado musical y que ha pretendido mantenerse fiel a la idea de que en sus canciones lo importante es «contar cosas y que gusten».

 La narración como seña de identidad

Un elemento reconocible de Gisbert a lo largo del álbum es la narración, un recurso que ha caracterizado su etapa con Manel y que ahora ha trasladado a su proyecto individual en canciones como 'Miracle a Les Planes' o 'Les aventures del general Lluna', que duran alrededor de siete minutos y carecen de estribillo.

«En mi vida, he consumido unos dos minutos y medio TikTok. Hacer canciones largas nos ha funcionado con Manel y me gusta su toque místico, casi de viñeta, que me lleva a construir la canción como quiero», detalla el músico y jurado de los Premi Llibres Anagrama de Novel·la.

Una vez publicado el disco, el vocalista de Manel apunta que, para preparar los conciertos, debe «generar una musculatura» con los músicos que lo acompañarán -Jordi Casadesús, Arnau Grabolosa y Gloria Maurel-, con lo que tiene que «acostumbrarse a tocar juntos».

«Mi idea es continuar trabajando para ver cómo consolidar el proyecto. Saldrán más canciones, intentaré mantener el ritmo de escritura y aún no tengo claro si publicaré un disco o irán saliendo sencillos», concluye Gisbert.

Por ahora, ha vendido todas las entradas de sus conciertos en la Sala Apolo de Barcelona (3 de mayo) y en el Festival Strenes de Girona (4 de mayo), antes de ofrecer funciones en Madrid (10 de mayo), Sabadell (18 de mayo), Barcelona (31 de mayo), Tarragona (8 de junio), Vilanova i la Geltrú (6 de julio), Talarn (19 de julio), Porreres (27 de julio), Ruïnes d'Empúries (11 de agosto) y Portaferrada (15 de agosto).