Hoy se conmemora el 32º aniversario de la muerte de Antonio Molina

Tal día como hoy, el 18 de marzo, recordamos el legado incomparable de Antonio Molina De Oses, una de las figuras más destacadas en la historia de la música española

Nacido en Huelin, Málaga, el 9 de marzo de 1928, Molina dejó una huella imborrable en el mundo de la copla y el flamenco con su voz inigualable y su estilo único. A lo largo de su prolífica carrera, Molina cautivó a audiencias de todas las edades con su voz aguda y su estilo inimitable. Desde sus humildes comienzos como repartidor de leche y porquero en su Málaga natal, hasta su ascenso meteórico en el mundo del espectáculo, Molina siempre demostró una pasión desbordante por la música.

Su debut profesional llegó en 1949, cuando ganó un concurso de Radio España, abriendo las puertas a una exitosa carrera discográfica que incluiría más de 30 álbumes y más de 1000 canciones. Con éxitos como «Soy minero» y «Adiós a España», Molina se ganó el corazón del público español y más allá.

Imagen: SGAE

El punto álgido de su carrera llegó en la década de 1950, cuando protagonizó la película «El pescador de coplas», consolidándose como uno de los grandes del cine y la música española. Su singular voz y su habilidad para transmitir emociones lo convirtieron en un ídolo indiscutible.

A pesar de su éxito en la música, Molina nunca renunció a su sueño de ser torero, revelando en ciertas ocasiones su profunda pasión por el toreo. Aunque el destino lo llevó por el camino de la música, su amor por la tauromaquia nunca se desvaneció por completo.

Tras una carrera llena de éxitos y reconocimientos, la salud de Molina se vio afectada en sus últimos años, obligándolo a retirarse de los escenarios en 1989. Su partida el 18 de marzo de 1992 dejó un vacío en el corazón de millones de admiradores, pero su legado perdura.