Madrid, 18 oct (EFE).- La Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha realizado una investigación sobre cómo están informadas las mujeres jóvenes acerca del cáncer de mama y sus tratamientos y formas de prevención, instando especialmente a adaptar los tratamientos a sus “específicas” condiciones psicosociales, de fertilidad y de reinserción socio-laboral.
El estudio lo lidera la investigadora de la UCM Juana Brenes Sánchez, profesora asociada del departamento de Salud Pública y Materno-Infantil de la UCM y especialista de Obstetricia y Ginecología en la unidad de Patología Mamaria del Instituto de Salud de la Mujer del Hospital Clínico San Carlos Madrid.
Brenes toma como base de su análisis que el cáncer de mama ha aumentado en las últimas décadas por el envejecimiento de la población, hasta el punto de que entre el 5 y el 7 por ciento de las pacientes tienen menos de 40 años.
Y apostilla que este grupo presenta unos factores de aparición y de manejo de la enfermedad concretos “que son necesarios abordar”, por ejemplo, teniendo en cuenta, a la hora de su tratamiento, que tienen unas condiciones “específicas” psicosociales, de fertilidad y de reinserción socio-laboral.
La UCM, que da a conocer este estudio de cara al Día Mundial del Cáncer de Mama, que se conmemora el 19 de octubre, recoge en un comunicado los datos de la Red Española de Registros de Cáncer (Redecan), en los que se estima que el cáncer más frecuente diagnosticado en las mujeres en España en el 2024 será el cáncer de mama, con 36.395 casos.
Y recuerdan que el cáncer de mama es una enfermedad “tan heterogénea” que está compuesta por diferentes subtipos de cánceres de mama, “cada uno con un perfil biológico y molecular característico, que conlleva un tratamiento personalizado y una oncología cada día más precisa”.
Añade la investigadora que uno de los factores que podría explicar el cáncer de mama en estas mujeres más jóvenes podría ser la aparición de cáncer de mama genético ligado a genes, los más conocidos el BRCA 1 y 2.
También existen factores reproductivos, y podrían ser “factores de riesgo, aunque no causales” la nuliparidad, es decir, ninguna gestación a término, y la edad del primer parto más tardía, junto al retraso de la maternidad en la sociedad actual.
Por otro lado, Brenes apunta que es importante describir que en estas mujeres jóvenes “puede aparecer cáncer de mama asociado al embarazo”, que son cánceres que pueden suceder durante la gestación, la lactancia o en el plazo de un año tras el parto.
Por ello, advierte de que, a pesar de los cambios “normales y fisiológicos” de la mama durante la gestación, es importante “detectar anomalías” que fueran motivo de consulta con profesionales especialistas.
En el estudio subrayan la importancia de las pruebas de diagnóstico y cribado, con mamografías, que permiten detectar el cáncer y “disminuir la mortalidad específica por cáncer de mama”, logrando unas tasas de supervivencia por encima del 90 % en tumores de bajo riesgo.
Y concluye el análisis recordando la importancia de la autoexploración mamaria mensual, que se debe realizar por parte de la mujer a lo largo de toda su vida. EFE
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