Javier Rebollo reviste de fábula una declaración de amor al cine con perspectiva histórica

Pilar López de Ayala protagoniza la película en 'En la alcoba del sultán', una evocación de los balbuceos del cine que firma el español Javier Rebollo (d) y que compite en una nueva jornada de la sección oficial de la 69 edición de la Seminci, este miércoles en Valladolid. EFE/Nacho Gallego

Roberto Jiménez

Valladolid, 23 oct (EFE).- Una declaración de amor al cine puro con perspectiva histórica, sin arrequives y alharacas, ha rubricado el realizador Javier Rebollo en «La alcoba del sultán', su retorno a la dirección después de once años, que ha estrenado este miércoles en España dentro del festival de cine de Valladolid (Seminci).

Es una interpretación libre de un viaje real, el realizado a Marruecos por Gabriel Veyre (1871-1936), operador de cámara de los hermanos Luimière, para iniciar al sultán en los misterios de la cámara oscura, de la fotografía en movimiento, de la cinematografía en su primer vagido como máxima expresión de la alquimia de la luz.

Fantasía e imaginación

El cineasta Javier Rebollo presenta su nueva película 'En la alcoba del sultán', una evocación de los balbuceos del cine, que compite en una nueva jornada de la sección oficial de la 69 edición de la Seminci, este miércoles en Valladolid. EFE/Nacho Gallego

La actriz Pilar López de Ayala, como esposa de Gabriel Veyre, encarnado por Félix Moati, protagonizan este relato en clave de poesía, arte y humor que parte de una base real, el viaje y la documentación gráfica y literaria que recibió el director español de Philiphe Jacquier, heredero del personaje histórico recreado.

«Para llegar a la verdad a veces hay que mentir un poco», ha argumentado Javier Rebollo (Madrid, 1969) durante una comparecencia informativa posterior a la proyección de esta película bien recibida y que compite en la sección oficial de la 69ª Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).

Engañar al toro pero si mentir, dijo en su día el rejoneador Ángel Peralta para definir algo que también ha aplicado Javier Rebollo en esta coproducción franco-española: la pureza y la verdad que atesora una arte, la cinematografía, basado en los trucos, ardides y estratagemas técnicas que Gabriel Veyre mostró al sultán.

«Toda la biografía tiene mucho de ficción. Está la foto, está el documento pero cuando la estiras llegas a la poesía. Esta es una película que abraza la fantasía, incluso Jacquier me ha dicho que ha conocido más a su antepasado», ha proseguido el autor del filme.

En su opinión «es muy importante la fantasía para acceder a lo real», ya que la imaginación «es lo que nos salva…. es la 'loca de la casa', como decía Teresa de Jesús, ha insistido en su homenaje al cine en clave de fantasía «para alcanzar la verdad», como proponía la monja andariega, ella a través de la mística.

Referentes

Pilar López de Ayala (d) y Jan Budar (i) protagonizan la película en 'En la alcoba del sultán', una evocación de los balbuceos del cine que firma el español Javier Rebollo (c) y que compite en una nueva jornada de la sección oficial de la 69 edición de la Seminci, este miércoles en Valladolid. EFE/Nacho Gallego

Charles Chaplin, Buster Keaton, Michael Caine y Tintín son algunos nombres que han salido de la boca de Rebollo como algunos de los referentes evocados o insinuados en esta película, rodada en apenas cuatro semanas en Túnez, a 80 kilómetros de Trípoli (Libia) y distante de Marruecos, plató inicial que al final no pudo ser.

Todos ellos definen la «ternura y el amor» infinitos que destila el director por el cine, muy parecido a la especie de nana flamenca ('Niño que duerme tranquilo') interpretada por el histórico cantaor malagueño Juan Breva (1844-1918), y que suena hasta en dos ocasiones a lo largo del metraje, uno de ellos al final.

Por peteneras, un palo de cariz sentimental, nostálgico y tristón, lo hizo Juan Breva, y por peteneras tuvo que salir de Marruecos el equipo de rodaje de 'En la alcoba del sultán' al no serle permitido un rodaje alusivo a las aficiones o vida privada de un sultán, de ahí que en el filme el país recibiera el nombre ficticio de País de Nour ('Luz' en árabe).

Pilar López de Ayala

Esa peripecia responde al «espíritu aventurero de los cineastas», en palabras de Rebollo, algo que también ha trasladado a su película con una Pilar López de Ayala a la que ha dedicado una loa sentimental en clave profesional.

«Cuando Pilar se pone delante de la cámara, algo pasa. La luz sobre ella proyecto algo espiritual laico. Me recuerda a Greta Garbo o a Katharine Hepburn, que nunca se disfrazaban», ha resumido sobre la «belleza, misterio, fotogenia y bondad» que guarda la actriz, quien ha desarrollado una interpretación muy conceptual, basada en un gesto y expresividad corporal propias del cine mudo.

A la actriz madrileña, ha comentado ella misma, le encantan los papeles sin texto «porque requieren de una mayor expresividad y el cine no deja de ser un medio que se comunica a través de la imagen».