
Madrid, 26 mar (EFE).- El escritor argelino Kamel Daoud, ganador del Premio Goncourt 2024, el más prestigioso de las letras francesas, ha levantado ampollas en su país con ‘Huríes’, una novela que busca romper el silencio impuesto sobre la guerra civil de los 90, que dejó más de 200.000 muertos.

Censurado por el gobierno -una ley impide mencionar las «heridas de la tragedia nacional»- y perseguido por los islamistas, Daoud está exiliado en Francia desde hace 18 meses y allí escribió esta historia «prohibida y dolorosa» que necesitaba sacarse de encima, ha asegurado en una entrevista con EFE.
«Necesitaba recuperar las ganas de vivir y de ser feliz y no es posible serlo sin trabajar sobre la memoria, colectiva o individual», afirma el escritor, de visita en España con motivo de la publicación de ‘Huríes’ (Cabaret Voltaire).
La novela tiene una voz femenina, la de Aube, una mujer que sobrevivió a un degollamiento durante la masacre de Had Chekala que le dejó muda y que cuenta su historia a la hija que lleva en su vientre.
Daoud cubrió como periodista esa matanza, que dejó un millar de muertos el 31 de diciembre de 1999 y asegura que algo así no se olvida nunca. «En Argelia vivimos una guerra en silencio, el mundo ni siquiera sabía lo que eran los islamistas, fue antes del 11-S», recuerda.
Además, fue una guerra sin imágenes, agrega. El escritor recuerda ver a los corresponsales extranjeros, también españoles, escoltados por los militares que les llevaban a los lugares de las masacres y les presentaban testimonios falsos.
«No tenían un verdadero acceso a la realidad, nos sentimos muy solos ante un nivel de violencia extremo, porque aquello no era una guerra, era la barbarie», afirma el autor, que se dio a conocer en 2013 con ‘Meursault, caso revisado’, una reescritura de ‘El extranjero’, de Albert Camus.
Ahora ha publicado una novela que ha incomodado a todo el mundo porque las heridas están abiertas. La asociación de víctimas del terrorismo argelino le ha denunciado, algo que encuentra «insultante» y «cómico».
«Yo no puedo volver a Argelia, pero esto crea también un efecto de terror, no puedo hablar con mis fuentes, tengo miedo por ellos, nadie quiere hablar ahora y lo comprendo».
Daoud también ha sido denunciado por Saada Arbane, una argelina de 31 años, superviviente de un degollamiento, que lo acusa de haber usado su historia sin su permiso.
Él dice que la novela no se inspira en un solo caso sino en varios, que es lógico que haya quien se reconozca y que comprende su dolor, pero ve detrás la sombra del gobierno que trata de atacar su credibilidad.
«En Argelia, si el régimen decide que eres un criminal, lo serás, pero soy solo un escritor de ficción, no he matado a nadie», sostiene. «Presentar una denuncia contra mi en París es una demostración de fuerza, un mensaje a todos los escritores, de que pueden alcanzarles allá donde estén».
Otro famoso escritor argelino, Boualem Sansal, uno de los más traducidos, fue detenido hace cuatro meses por unas declaraciones que hizo a un medio francés. La fiscalía ha pedido una pena de diez años de cárcel por atentar contra la integridad del Estado.
Daoud pone el acento también en los jóvenes y las redes sociales. «Cada semana son detenidas cinco o diez personas por contenidos que suben a redes sociales», asegura, «y nadie habla de eso».
Sobre la situación de las mujeres dice que se ha deteriorado y que hay un auge del conservadurismo religioso.
«El mundo árabe tiene un gran problema y es que carece de una teoría de la felicidad. Tenemos teorías sobre la justicia, la era postcolonial, la religión, pero no sobre la felicidad», afirma. «No es posible una sociedad feliz con mujeres maltratadas».