Aranda de Duero (Burgos), 5 ene (EFE).- El regalo de Reyes llegó a Aranda de Duero el mediodía del 12 de diciembre, cuando la suerte, de la mano de dos futbolistas, quiso que el Real Madrid fuese el equipo contra el que el modesto Arandina se enfrentara en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey.
Cuando apenas quedan 24 horas para que se dispute el encuentro que muchos califican como histórico -la cita es a las 21:30 horas del 6 de enero en el complejo deportivo Juan Carlos Higuero de la capital ribereña-, el fútbol ha inundado cada rincón de la villa y rara es la conversación que no se inicia con un '¿vas mañana al partido?'.
Los escaparates de los comercios se han engalanado con los colores blanco y azul del equipo local, las entradas al partido se han convertido en preciado regalo de sorteos e iniciativas y todo el mundo hace planes de cara a la cita.
«Estamos impacientes por el partido. Es una oportunidad histórica, única. Por supuesto en el ámbito deportivo pero también en cuanto a promoción de la ciudad. No solo por el retorno a corto plazo del partido de mañana sino también por la proyección exterior y a largo plazo de Aranda ya que es un evento que se retransmite a todo el mundo», ha señalado el alcalde arandino, Antonio Linaje.
Consciente de la trascendencia del encuentro, ha incidido el regidor, el Ayuntamiento ha trabajado desde el minuto uno en su organización, tanto con medios económicos como materiales y de personal de los que se dará cumplida cuenta a la ciudadanía cuando todo concluya.
Las oficinas del club han sido un hervidero desde el primer momento. Aunque sin las impresionantes colas que hubo los primeros días, cuando salieron a la venta las entradas, el goteo de aficionados que se han acercado para hacerse con un tique ha sido constante hasta este viernes.
«Hemos decidido que hoy sacábamos a la venta 400 entradas y ya. El aforo total, aunque barajamos llegar a 10.000, se va a quedar al final en 8.500 porque queremos garantizar la seguridad y la comodidad de un evento histórico. Se dice que la avaricia rompe el saco y eso es lo que vamos a evitar», ha indicado Francisco Galán, secretario de la Arandina.
Al margen de los datos más formales, la intención es que el partido se convierta en una fiesta. Las autoridades han recomendado que se acuda al estadio municipal con al menos dos horas de anticipación y para hacer más llevadera la espera al pitido inicial, probablemente soportando temperaturas bajo cero, se han programado actuaciones de grupos locales que contribuyan a caldear el ambiente.
«No es la Superbowl pero se va a parecer bastante. Tenemos artistas locales que van a ayudar a crear ambiente», ha señalado Galán, dejando constancia de que en la organización del encuentro se ha contado con la participación de los promotores del festival Sonorama Ribera, que cada mes de agosto reúne a más de 120.000 personas en Aranda.
Entre la normalidad y lo extraordinario
Por lo demás, la villa vive su vida con normalidad pero con la vista puesta en la eliminatoria. Una localidad como Aranda, en cuya actividad diaria tiene un peso fundamental la actividad hostelera, acepta con resignación que el evento del siglo haya caído en un festivo en el que, de por sí, tienen copadas las reservas por la clientela local.
«La actividad más frenética estos días es coger el teléfono para rechazar reservas. El Día de Reyes la gente en Aranda sale a comer fuera y nosotros tenemos todo cogido desde hace más de un mes. Así que sintiéndolo mucho hay que decir que no. Pero sí que esperamos que este partido nos visibilice y vengan más adelante», ha señalado Rafael Miquel, del Asador Florencio.
Términos similares ha empleado Gerardo Sancha, del Asador El Pastor. Es consciente de que esta noche le tocará trabajar duro pero ha advertido que prácticamente todo es para clientes arandinos, que irán a comer en el mismo restaurante o que han encargado unos cuartos de lechazo asado en horno de leña para casa.
Corazón dividido
Aunque si hay un sitio dónde se está esperando con especial interés el partido es en la sede de la peña madridista La Ribera, la única agrupación oficial de aficionados merengues de la comarca.
«Es una chulada poder jugar un partido así en Aranda. Ya estuvimos con el Cádiz, que se sacó adelante, y ahora con el Madrid… La diferencia de calidad es evidente, pero ya veremos cómo resulta todo», ha aventurado Luis Pastor, presidente de la peña.
En su caso, han recibido 50 entradas directamente del Real Madrid. Cifra que se ha quedado corta puesto que se han recibido muchas más solicitudes de las que tenían. Y eso, a pesar de que la cantidad de socios es poco mayor de ese número.
Para matar la espera, los arandinos saldrán este viernes a la calle para recibir a Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, pero siendo conscientes de que entre los paquetes de sus camellos no se encuentra el principal regalo que la villa ha recibido en años. Ese lleva ya varias semanas en su sitio y será este sábado cuando se disfrute plenamente.
