
Madrid, 25 mar (EFE).- La Fundación BBVA ha premiado a los tres científicos -el español Avelino Corma, el estadounidense John Hartwig y el alemán Helmut Schwarz- que han sentado las bases de los catalizadores que han hecho posible una química más eficiente y sostenible.
El jurado del Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Ciencias Básicas ha dado este martes a conocer a los ganadores de la decimoséptima edición de este reconocimiento, y ha valorado que aunque han trabajado de manera independiente, los tres han liderado a escala mundial las principales áreas de investigación para comprender y aplicar la catálisis, lo que ha permitido cubrir todo el espectro de este campo de la ciencia.
Avelino Corma (Instituto de Tecnología Química, Universitat Politècnica de València-CSIC), John Hartwig (Universidad de California, Berkeley, Estados Unidos) y Helmut Schwarz (Universidad Técnica de Berlín, Alemania) han logrado impulsar avances fundamentales en el campo de la catálisis que han permitido “controlar y acelerar las reacciones químicas” para la obtención de productos en múltiples procesos industriales, lo que ha permitido mejorar la eficiencia y reducir el consumo de energía, ha destacado el jurado.
El investigador castellonense Avelino Corma ha impulsado la creación de catalizadores sólidos a partir de materiales porosos y es autor de más de 100 patentes con aplicaciones que se están utilizando en la actualidad para mejorar la eficiencia de procesos químicos y reducir la emisión de sustancias contaminantes en la producción de combustibles, plásticos, cosméticos y alimentos.
Destaca el desarrollo de nuevos catalizadores heterogéneos fabricados con materiales porosos, con especial atención al refinado de combustibles fósiles de forma respetuosa con el medio ambiente.
Corma ha afirmado que el premio es un reconocimiento no solo para él, sino también para «la excelente Química e Ingeniería Química que se hace en España en general, y en particular en nuestro Instituto, el ITQ», y para todos los investigadores y compañeros que han colaborado con él a lo largo de los años, ha manifestado.
«Yo continúo haciéndome preguntas y mi reto es seguir encontrando las respuestas en nuestros laboratorios», según Corma, que ha animado también a los y las jóvenes investigadores a “hacerse cada día nuevas preguntas, a intentar nuevos retos y a buscar la originalidad, para ir más allá de lo que se conoce» y ha recalcado que para estar en la frontera de la ciencia, tendrán no solo que ser muy buenos profesionalmente, sino ser muy constantes en su esfuerzo.
Los catalizadores desarrollados por Hartwig, basados en metales y activos en fase líquida, han resultado fundamentales en la fabricación de medicamentos para el tratamiento de numerosas enfermedades, como la leucemia, el VIH o la depresión, y en la actualidad se están explorando nuevas aplicaciones para el reciclaje de residuos de plástico.
Schwarz ha logrado analizar reacciones químicas en fase gaseosa átomo a átomo, permitiendo dilucidar su funcionamiento con un nivel de detalle nunca visto, un avance fundamental que ha permitido reducir la generación de residuos en procesos industriales y que abre la puerta al desarrollo de nuevas aplicaciones de la catálisis en múltiples ámbitos, ha informado la Fundación BBVA tras hacer públicos los premios.
Ciencia básica y aplicaciones concretas
El jurado ha valorado que Corma no solo ha contribuido con estos hallazgos de investigación básica, que han tenido un gran impacto internacional en el campo de la catálisis, sino que además muchas de sus patentes se han convertido en aplicaciones industriales que se están utilizando en la actualidad para mejorar la eficiencia y sostenibilidad en numerosos procesos productivos.
Un ejemplo citado por el propio investigador: más de 22 plantas en todo el mundo producen en la actualidad gasolina de manera más eficiente, con un mayor aprovechamiento energético, gracias a un catalizador desarrollado a partir de sus investigaciones.
“Se ha avanzado ya mucho hacia una química más sostenible gracias a esta tecnología, con catalizadores que nos están permitiendo reducir el uso de hidrocarburos fósiles y eliminar también el escape de agentes contaminantes a través de la combustión tanto de vehículos como de chimeneas en plantas industriales”, ha manifestado Avelino Corma.
A su juicio, esto es solo el comienzo de una revolución tecnológica que en los próximos años se puede convertir en una potente herramienta trasformadora frente al gran reto del cambio climático. “Confío en que los catalizadores nos van a permitir capturar el CO2 de la atmósfera o de la biomasa para seguir avanzando hacia el desarrollo de combustibles y procesos químicos industriales con mucho menor impacto medioambiental”.
Apuntando soluciones para el reciclaje de plástico
Tras los avances que logró John Hartwig utilizando catalizadores para fabricar medicamentos contra el cáncer, el VIH o la hepatitis, el científico estadounidense centra ahora parte de su labor en los polímeros que forman los plásticos que se usan de forma cotidiana, tratando de deconstruir sus enlaces para aislar sus componentes y poder crear nuevos plásticos con ellos, un método que abre la puerta al reciclaje químico que permitirá encontrar soluciones para gestionar la gran cantidad de residuos de plástico que se generan.
Helmut Schwarz ha subrayado que la suya es una contribución «atípica», y ha detallado que la combinación de experimentos y herramientas computacionales le ha permitido dilucidar el funcionamiento de algunas reacciones químicas átomo a átomo, con un nivel de detalle que nunca se había visto, y sus descubrimientos han transformado procesos industriales importantes como el de la fábrica alemana Degussa, que se dedica al refinamiento de metales preciosos y produce un compuesto de hidrógeno, carbono y nitrógeno usado en un gran número de aplicaciones.