La maniobra de Heimlich es un procedimiento de primeros auxilios para desobstruir el conducto respiratorio. Esta técnica se debe utilizar en caso de atragantamiento por un trozo de alimento o cualquier otro objeto. El atragantamiento produce asfixia debido a que el oxígeno no puede llegar a los pulmones y al cerebro. Esto puede generar daño cerebral o muerte, por lo tanto, es importante que todas las personas identifiquen  y sepan cómo actuar frente a un atragantamiento.

¿Cómo reconocerlo?

Se puede reconocer si la persona tose, emite algún silbido o habla con dificultad. Primero se intenta calmar a la persona. Después, se insiste en que siga tosiendo ya que se trata de una obstrucción parcial para evitar que ésta no se convierta en total.

¿Cómo es la maniobra de Heimlich para adultos?

Si la persona no emite ningún sonido, debes colocarte en la parte posterior de la persona poniendo una de tus piernas entre las del atragantado para evitar que se pueda caer inconsciente.

Se rodea a la persona por debajo de las axilas con nuestros brazos, se busca el ombligo y la punta del esternón, o apéndice xifoides (que es el lugar justo donde se juntan las costillas, también llamado plexo solar o boca del estómago) y en medio de esos dos puntos se coloca nuestra mano en forma de puño y la otra envolviendo a la primera.

Es necesario levantar un poco los brazos en esa posición, simulando unas alas para que la fuerza de las compresiones recaiga en el lugar adecuado y no en las costillas. Se realiza un movimiento con fuerza en forma de “J”, es decir de adelante hacía atrás y hacia arriba. Esto se realiza las veces que sea necesario para que la persona expulse el objeto.

¿Cómo es la maniobra para niños y bebés?

En los bebés, la maniobra se llevará a cabo sentado para coger al bebe y tener mayor seguridad en el trato. Se agarra al bebe sosteniéndolo del pecho, bocabajo hacia nuestro frente con una sola mano sobre el largo del antebrazo.

Con la mano que queda libre se le dan cinco golpes rápidos y fuertes en la espalda, en proporción al desarrollo del bebé. Hecho esto, se voltea y con el dedo en forma de gancho se extrae el objeto. Lo mejor es hacerlo en un solo intento, así se evita poner más en riesgo la vida del bebé.

En el caso de los niños, el procedimiento es muy similar al que se usa con personas adultas, pero quien lo aplica debe estar sentado para poder adecuarse a la estatura del menor.

Se le rodea con los brazos y se localiza el apéndice xifoides, que es el punto donde convergen las costillas (también llamado boca del estómago). Desde ese punto se marcan dos dedos hacia abajo; con una mano en puño y con la otra envolviéndola, se levantan un poco los brazos y se hace un movimiento violento en forma de “J”, con el cuidado necesario para no lesionar más al menor.

¿Cómo actuar si la maniobra es para un perro?

Se puede identificar el asfixio de un perro porque este trata de toser, tiene los ojos saltones y las patas en la cara.  En este caso, lo primero es sujetarle la mandíbula inferior con una mano y la mandíbula superior con la otra, dejando libre el dedo índice para llegar a la obstrucción.

Se debe abrir su boca  y tratar de ver el objeto para tirar de él con el dedo. Es conveniente acostar al perro de lado con la parte trasera más alta que la cabeza. A continuación, con las manos debajo de las costillas inferiores, se presiona de tres a cinco veces con un movimiento de empuje. Hay que presionar por debajo de las mismas para expulsar todo el aire que hay en sus pulmones.

Por último, retira el objeto de la boca del perro inmediatamente después de la expulsión para que la mascota no se lo trague sin querer otra vez.

En cualquier caso, se debe contactar con un profesional sanitario para valorar posibles lesiones internas que no sean inmediatamente visibles, sobre todo en el caso de los bebés y niños. Es muy importante conocer esta técnica de primeros auxilios para poder ayudar a cualquier persona, en cualquier momento y cualquier situación.