Barcelona, 21 dic (EFE).- La instalación de una planta de producción de chips en Cataluña (Innofab) pactada hoy por los presidentes del Gobierno, Pedro Sánchez, y de la Generalitat, Pere Aragonès, estará operativa en 2026 tras una inversión de unos 300 millones de euros y contará con unos 200 trabajadores.
Así lo han subrayado a EFE fuentes del sector en relación con el que ha sido hoy uno de los cinco grandes acuerdos entre Sánchez y Aragonès, que se han reunido durante una hora y cuarto en el Palau de la Generalitat.
En concreto han pactado el «impulso y financiación del proyecto para la instalación en Cataluña de un centro tecnológico de producción de chips (Innofab)».
El proyecto Innofab para la construcción de una sala blanca para el diseño y la preproducción de chips de materiales avanzados lo han llevado a cabo la Generalitat y el Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología con la colaboración, entre otros, de la agencia de atracción de inversiones Barcelona & Partners, de Barcelona Global.
«Cataluña será protagonista y se situará al frente de los esfuerzos europeos para desarrollar la industria de semiconductores», ha afirmado Aragonès en su comparecencia, en la que ha concretado que tendrá una inversión de 300 millones de euros y el compromiso de financiación por parte del Estado, con acompañamiento económico de la Generalitat.
La planta se situará al lado del Sincrotón Alba, que está entre el grupo promotor de Innofab, al igual que el Instituto de Microelectrónica de Barcelona (IMB), el Instituto de Ciencias Fotónicas de Barcelona (ICFO) y la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).
Esta fábrica sería la primera infraestructura en España para el desarrollo de semiconductores de estas características y daría servicio a startups, empresas sin fábricas propias o a centros de investigación.
Barcelona podrá impulsar así la atracción de startups y empresas que en la actualidad tienen que prefabricar sus chips en otros países como Alemania o Taiwan.
Según fuentes del sector, la construcción de la planta arrancaría a inicios del próximo año y estaría lista para operar en 2026 con una plantilla de 200 trabajadores.
El proyecto se financiaría mediante el PERTE de microelectrónica y semiconductores y con acompañamiento de la Generalitat: Aragonés ha cifrado en unos 300 los millones de euros necesarios para hacerlo realidad.
Fuentes del sector han confirmado que la estimación con la que se trabaja es que, a partir de su quinto año de funcionamiento, en la planta se podrían producir unos 15.000 chips.
La sala blanca de Innofab, denominación con la que el grupo impulsor bautizó hace un año el proyecto, tendrá una dimensión de 2.000 metros cuadrados, con la posibilidad de ampliarse en una segunda fase. Las instalaciones estarán ubicadas en Cerdanyola del Vallés, junto al Sincrotón Alba, la infraestructura científica de tercera generación más importante del Mediterráneo.
