París, 29 nov (EFE).- Las fuerzas del orden francesas movilizarán a más de 40.000 agentes para la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París el próximo 26 de julio, que por primera vez se desarrollará en un espacio urbano abierto, en las orillas del río Sena.
La cifra la ha dado el prefecto de policía de París, Laurent Núñez, que en una entrevista publicada este miércoles por Le Parisien explica que en el día a día de los Juegos habrá de media 30.000 policías y gendarmes repartidos en torno a las zonas donde se celebrarán las competiciones y en otros centros relacionados, como la residencia de los deportistas o el centro de prensa.
Núñez afirma que todavía no se ha fijado el número de asistentes que podrán presenciar la ceremonia de apertura, después de que el propio Le Parisien haya avanzado -sin poder confirmarlo oficialmente- que el aforo que se había barajado inicialmente se ha reducido a 400.000 personas por razones de seguridad.
«Eso dependerá sobre todo -señala el prefecto- del programa artístico que se está elaborando» porque hay que gestionar las entradas y salidas, la presencia de los ‘bouquinistes’ (puestos de libreros en los muelles del río) a lo largo del recorrido, los «lugares estratégicos donde tememos que se amontone la gente» y otras variables.
Por eso el aforo no se fijará hasta la primavera, añade.
Lo que sí se han fijado son los perímetros de seguridad, de los que habrá cuatro en torno a los diferentes centros olímpicos. El primero será el de los organizadores de los Juegos, donde sólo podrán entrar las personas acreditadas (atletas, miembros de los equipos, organizadores, periodistas, empleados, así como los espectadores con billete.
Luego habrá un perímetro de protección al que para entrar habrá que someterse a un registro. Ese perímetro, en principio, no afectará a los habitantes, salvo en la ceremonia de apertura.
En ese último caso, el perímetro de protección cubrirá a los habitantes en los alrededores del recorrido por el Sena desde varios días antes con una limitación de la entrada de vehículos «al mínimo estricto», con registros a todos los que accedan.
El 26 de julio horas antes de que comience el desfile, en el interior de un «perímetro rojo» especial únicamente podrán entrar en él los que puedan justificar que van a su casa o a un hotel o los que tengan billete para la ceremonia.
En torno a los centros olímpicos habrá también dos perímetros con restricciones a la circulación rodada, en los que no se impedirá el acceso de peatones o ciclistas.
En el primero de esos perímetros de circulación, «rojo», estarán prohibidos los vehículos, salvo los que obtengan derogaciones, como los vecinos, los que van a visitar a personas vulnerables, los servicios de urgencia y de averías, así como los taxis o los Vehículos de Transporte con Conductor (VTC), pero sólo con un justificante especial.
Todos ellos tendrán que haberse registrado previamente en una plataforma digital.
Por último, se establecerá un área «azul» en la que se impedirá la circulación de vehículos en tránsito. De modo que para acceder, habrá que poder justificar su presencia.