Madrid, 20 dic (EFE).- Más de la mitad de las familias en situación de pobreza atendidas por Save the Children está encabezada por progenitores que trabajan, aunque en la mayoría de esos hogares entran ingresos de menos de mil euros al mes.
Según el informe «Ser pobre en España. El retrato de 1.000 familias» presentado este miércoles por la entidad de atención a la infancia, el empleo y la educación ya no son suficientes para salir de la pobreza en España.
Con datos de 2.440 menores que viven en un millar de familias de seis comunidades donde la organización tiene programas para reducir la pobreza (Andalucía, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana y País Vasco), el análisis alerta sobre la complicada situación que afrontan estos hogares en situación de pobreza a pocos días de las celebraciones navideñas.
Más de la mitad de los padres acabaron la educación secundaria y uno de cada diez tiene estudios universitarios, aunque en general son progenitores con bajos niveles de estudio.
Además, el estudio constata que a pesar de que el 51 % de los progenitores tiene empleo, estos hogares no consiguen salir de la pobreza.
«Las familias que nos derivan los servicios sociales tienen como media de ingresos unos mil euros y lo que cuesta criar a un hijo son 672 euros al mes; lo más importante es un impulso fuerte en la inversión de ayuda a la crianza de las familias más vulnerables», ha aseverado el director general de Save the Children, Andrés Conde, en la presentación del estudio.
Niños que viven en casa con el abrigo puesto
El retrato de una familia tipo es la formada por los progenitores y dos menores, aunque cuatro de cada diez son familias monomarentales.
Pese a que muchos padres –no así las madres– sí tienen trabajo remunerado, experimentan distintas formas de subempleo, como la temporalidad o el trabajo a tiempo parcial. Ello hace que casi la mitad de estos menores vivan en hogares que ingresan menos de mil euros al mes, ha explicado Catalina Perazzo, directora de Incidencia Social y Política.
«El acceso al empleo no garantiza la salida de la pobreza, la mitad de las familias tienen trabajo pero están en situación de pobreza severa o extrema», ha argumentado Conde.
«La subida de los precios está empobreciendo las dietas de los niños y causando problemas a su desarrollo, la pobreza energética sigue sin resolverse y las ayudas que existen tienen problemas de acceso», ha lamentado el responsable de la entidad de infancia.
La mitad de menores no pueden comer la suficiente cantidad de proteína, tienen problemas de sobrepeso y no duermen lo que necesitan. Viven en casas con una temperatura inadecuada (frío en invierno, calor en verano) y malas condiciones de salubridad (goteras, humedades).
«Tras la subida de los precios de los alimentos, el 65 % de las familias han reducido el consumo de carne, pescado o verduras y un 16 % ha aumentado la frecuencia de que sus hijos coman en casa de familiares y amigos», ha asegurado el director de la entidad.
La entidad de infancia calcula que el gasto medio en alimentación de las familias que acompaña es de 420 euros mensuales, de media el 41 % de sus ingresos; a lo que tienen que añadir unos 440 euros mensuales en hipoteca o alquiler de sus viviendas (43 %).
«No se plantean poner la calefacción en invierno o solo en situaciones muy particulares; estamos viendo a niños que viven con el abrigo puesto en casa», ha relatado.
Sin acceso al Ingreso Mínimo Vital
El informe muestra los problemas que siguen existiendo para acceder al Ingreso Mínimo Vital (IMV): casi la mitad de las familias (46 %) aseguran haberlo solicitado, aunque solo el 21 % lo percibían.
«Una de la cada tres familias elegibles para percibir el IMV no accede a esta ayuda; estas familias necesitan acompañamiento, que los trámites burocráticos sean más sencillos y que muchas de las ayudas se entreguen de facto, sin necesidad de hacer tramites», ha reclamado el director de la entidad.
Para Conde, en la legislatura que acaba de arrancar se debe producir la reducción de las cifras de pobreza: «Estamos ante un momento de oportunidad, la implantación de la Garantía Infantil Europea obliga a invertir en infancia y vamos a tener los recursos; además el acuerdo de gobierno recoge medidas como la ayuda universal de crianza».