Alfredo Valenzuela
Sevilla, 20 feb (EFE).- De 'Ne me quitte pas' a 'Gracias a la vida' la cantaora Mayte Martín interpretará en su nueva gira, del 23 de febrero al 23 de mayo, canciones que toda su generación ha escuchado y a todo el mundo se le han quedado grabadas; «canciones icónicas», dice ella en una entrevista con EFE, que «las escuchas y te marcan» como «Tatuajes», título de su gira.
«Son canciones que he escuchado desde pequeña y a lo largo de mi vida siempre me han acompañado, siempre han estado ahí dentro con el deseo de salir; es un proyecto que tenía en mente desde hacía mucho», y son canciones que nunca hasta ahora había cantado porque, ha confesado con humor, jamás canta en la ducha:
«Yo, si no me escuchan no canto, es condición que tenga un oyente, aunque sea uno; sola no canto nunca; me produce una sensación muy extraña escucharme la voz cuando estoy sola, es una sensación que no me gusta; tiene que haber siempre alguien, como cuando ensayo con mis compañeros, que se crea una sensación de algo compartido».
«Para mí cantar es compartir, no lo concibo si no lo estoy compartiendo con alguien; en los ensayos me lo paso muy bien y los vivo como si fueran un concierto, aunque sea un concierto para nosotros, para mis compañeros y para mí; en los ensayos me dejo el alma, canto como si estuviera en el escenario, igual».
Sobre lo que necesita de sus músicos -en este caso piano, contrabajo y batería, en busca de la intimidad propia de un repertorio íntimo- ha dicho que no le pide a nadie que sea virtuoso, «ni a un músico ni a ningún cantante, no es algo que me interese».
Talento y sensibilidad
«El virtuosismo no me impresiona, me impresiona la gente que te comunica cosas, el corazón de la persona que canta o que toca; si tienes pocas facultades no importa nada, lo que me importa es lo que la gente hace con lo que tiene, la verdad de la gente; no me conmueve el virtuosismo ni en los cantantes; lo reconozco, naturalmente, cuando alguien tiene un instrumento poderosísimo, pero no eso no hace que me guste».
«El que una persona pueda hacer algo bello con su voz tiene que ver con el corazón y con el talento y ninguna de esas dos cosas se hereda; se trata de que el talento y la sensibilidad se encuentren, coincidan en la misma persona y ahí hay algo grande, ahí no hay herencia que valga», ha señalado contra la extendida opinión de que el flamenco sea algo que se lleve en la sangre o un modo de vida.
«El flamenco para mí no es ninguna forma de vida, puedo vivir como si fuera una rockera; que ame el flamenco no determina una forma de vida; podría ser cantante de jazz, de música brasileña e incluso rockera y viviría igual que vivo».
Y ha añadido sobre el asunto: «Es como si los flamencos que solo escuchan flamenco fueran más flamencos; es algo medio absurdo porque no hay ningún argumento que lo justifique; y vanagloriarse de no salirse de un lenguaje, de una forma de expresión, es muy triste».
Además responde con humor a si ella no «aflamenca» lo que hace: «Un género es mucho más que un repertorio, es también una manera de expresar, un idioma; y lo realmente interesante y bonito es bucear en cada género y encontrarte con todo ese universo interpretativo; para aflamencar un bolero prefiero cantar una seguiriya».
Contra la originalidad
También desdeña la originalidad: «Las cosas las aprendes de alguien que te gusta cómo las interpreta; y con estos temas me pasa que la primera vez que los canto se parecen más a la forma del intérprete de quien lo he aprendido que después; una encuentra su voz propia si no la busca, sino lo que encuentra son maneras afectadas».
«A mí no me importa que las canciones tengan mi sello, lo que intento con 'Tatuajes' es homenajear a los compositores tan maravillosos que las hicieron; es como si yo formara parte del público que recuerda esas canciones», ha dicho sobre un repertorio que también incluye copla, folclore argentino, música italiana y temas como «Alfonsina y el mar».
«Son canciones tan especiales que las primera vez que las escuchaste te impresionaron; 'Ne me quitte pas' no es que guste, es que produce un impacto increíble; siempre hay un momento en la vida en que las canciones cobran sentido para ti, aparte de ser la cosa maravillosa que son».
Gracias a la vida da Mayte Martín por disfrutar de salud y por haber tenido «la fuerza, la valentía de superar cualquier obstáculo que hubiera podido restarme libertad o llevarme por un camino que no era el que yo quería tomar; doy gracias porque estoy sana y porque soy libre».