Es la nueva entrega del modelo que nació en 2011. El Peugeot 508 es más pequeño que el anterior modelo, 4,75 metros de largo. La distancia entre ejes apenas pierde dos centímetros y se queda en 2,79 metros. Además, es más bajo no llega a 1,41 metros.
El nuevo 508 pasa de una carrocería de cuatro puertas a una de cinco con portón completo para acceder al maletero. Este, cubica 10 litros más que antes y llega a los 483 litros. A estos, hay que añadir otros 32 litros en diferentes huecos repartidos por el habitáculo. En lo que respecta al estilo del coche, dos luces de leds verticales que simulan colmillos en los laterales del frontal ponen una marca distintiva. Los grupos ópticos utilizan la tecnología led, y los traseros simulan ser tridimensionales. Las llantas van desde las 16 hasta las 19 pulgadas.
El Peugeot 508 ya se encuentra a la venta desde 47.200 euros
El interior muestra la tercera evolución del i-cockpit que la marca estrenó con el 208 y luego se trasladado a todos sus nuevos modelos. La gran diferencia es que cuenta con un volante muy pequeño y la instrumentación se ve por encima de él, no a través como es lo habitual.
A su derecha, incrustada en el salpicadero encontramos una pantalla táctil que puede ser de ocho o 10 pulgadas. Sirve para gestionar la navegación (que puede incluir el mantenimiento y la asistencia telemática), el sistema multimedia, los ajustes del coche, etc.
Como opción, se podrá disponer del llamado i-Cockpit Amplify que permitirá escoger entre dos ambientes que determinan la iluminación del habitáculo, los parámetros del equipo de sonido o la intensidad y tipo del masaje de los asientos.
La gama de motores contará con propulsores que cumplen la norma Euro 6c, tanto en gasolina como en diésel. Las potencias disponibles son desde los 130 a los 225 caballos. Cuentan con Start&Stop y caja automática de ocho relaciones, salvo el diésel de 130 caballos que traerá una manual de seis relaciones.
Todas las versiones vienen con el efectivo catalizador SCR. Esto permitirá dejar los valores de emisiones de CO2 en un mínimo de 98 gramos por kilómetro en el caso de los modelos de gasóleo y 123 gramos en los de gasolina. Los consumos mínimos son de 3,7 y 5,4 litros cada 100 kilómetros.