Planas: La nueva geopolítica alimentaria requiere tener autonomía estratégica

MADRID, 17/01/2023.- El ministro español de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, posa durante la entrevista concedida a la Agencia EFE en Madrid. EFE/ Fernando Alvarado

Madrid, 17 ene (EFE) -. Con más de 9.000 millones de personas para 2050 «tenemos que producir más alimentos con menos recursos», en un escenario en el que Ucrania y la pandemia han obligado a reflexionar sobre la geopolítica alimentaria y han puesto sobre la mesa el concepto de autonomía estratégica en su cadena de valor.

MADRID, 17/01/2023.- El ministro español de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, posa durante la entrevista concedida a la Agencia EFE en Madrid. EFE/ Fernando Alvarado

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, así lo defiende en una entrevista en la que analiza con Efe los temas estructurales de 2023, que se sitúan fundamentalmente en la implementación de la nueva PAC, la presidencia española de la Unión Europea en el segundo semestre y el contexto geopolítico, marcado por la guerra de Ucrania y sus efectos sobre la agroalimentación.

Hay quienes «piensan que tenemos que ir hacia un decrecimiento de la producción de alimentos, no comparto en absoluto eso», señala.

Y lo argumenta: «Al aumento de la población se suma la guerra y la covid, que nos abren otra nueva reflexión sobre lo que significa la geopolítica de la producción de alimentos: las comunicaciones y el comercio exterior pueden verse alterados, de ahí la importancia de otro concepto que es el de la autonomía estratégica».

El impacto en el mercado de la energía o los fertilizantes es un ejemplo, como el de los cereales, un ámbito el que la Unión Europea (UE) ha creado un registro de «stocks» (también de oleaginosas y arroz), porque «no sabíamos lo que teníamos y es importante en un contexto en el que hay que mantener esa autonomía», detalla.

Y proteger a los productores de la subida de sus inputs (energía, materias primas o fertilizantes) y a los consumidores del alza de los precios de los alimentos, para los que, insiste, se han dado ayudas a la producción, medidas para el gasóleo y se ha suprimido el IVA de los alimentos básicos y reducido el del aceite y la pasta.

A este respecto, y frente a las críticas de la oposición y la falta de apoyo a las citadas medidas, Planas reflexiona que «se trata simplemente de decir ¿se quiere apoyar, sí o no? Este es un momento grave, un momento responsable y un momento de apoyo», tras remarcar que no habrá un modelo sostenible de alimentación si no hay rentabilidad para agricultores y ganaderos.

Para el ministro, en 2023 «confluyen dos grandes vientos cruzados que ya se vivieron en 2022: que los ciudadanos tengan alimentos de calidad a precios razonables y que su producción avance hacia un modelo sostenible en el tiempo, utilizando menos recursos y evitando su pérdida y desperdicio».

Tema este último «fundamental» según Planas, quien recuerda que el proyecto de ley sobre desperdicio pasará por el Parlamento este año y «va a ser utilizado de inspiración por la Comisión Europea, porque no podemos permitirnos que el 30 % de los alimentos se pierda. Es un tema político, económico, social y, hay que decirlo claro, ético».

Respecto al comienzo de la nueva programación de la Política Agraria Común (PAC) 2023-2027, subraya que es «una oportunidad», se puede «aprovechar» para ganar competitividad dentro y fuera de la Unión Europea y para encontrar el «equilibrio necesario» entre la sostenibilidad y la rentabilidad de las explotaciones.

En cuanto a los eco-regímenes, uno de los aspectos que más dudas y críticas suscita, el ministro explica que «va a ser un éxito, porque se han buscado siete prácticas agrarias donde se pueden realizar actuaciones sencillas, de modo que cobren más ayudas y al tiempo contribuyan a objetivos ambientales» y se está haciendo «un esfuerzo de asesoramiento y formación».

Del mismo modo, defiende que el nuevo sistema de información de las explotaciones (SIEX), que incluye el cuaderno digital, es «un elemento clave en la transformación sostenible y la digitalización del sector», que tiene en la innovación y el desarrollo tecnológico, como la edición genética, la clave para afrontar desafíos de futuro entre los que sobresalen las consecuencias del cambio climático.

Temas en los que se trabajará en los cincos consejos formales y dos informales de agricultura que España convocará durante su presidencia de la UE en el segundo semestre del año, uno de ellos específico sobre el sector pesquero (en Vigo).

En dicho periodo, además, se produce la negociación anual de los tacs (total admisible de cuotas) y las cuotas comunitarias, y Planas espera también la aprobación definitiva en España de la ley de pesca sostenible e investigación pesquera, a su juicio «un elemento fundamental para modernizar el sector».

«Somos la primera flota de la Unión Europea y tenemos que hacer la pesca del siglo XXI con barcos del siglo XXI y no con los del XX», asegura, tras destacar que eso implica «nuevas tecnologías más selectivas, menor consumo de energía y aumentar la seguridad y la confortabilidad; si queremos relevo generacional necesitamos mejores condiciones de trabajo en nuestros buques pesqueros».

Laura Cristóbal