El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, estaría dispuesto a respaldar un nuevo confinamiento domiciliario si una comunidad autónoma o el Gobierno consideran que el virus está «absolutamente descontrolado en un área y hay que confinarla».
El líder de la oposición apoyaría esta medida excepcional, como ya hiciese en la primera ola, pero sólo si la marcan criterios médicos y científicos, según señaló anoche en una entrevista con 13 TV.
Y defendió que «las medidas tienen que ser eficaces, correctas y con una base médico científica«, poniendo como ejemplo las limitaciones en las zonas básicas de salud de la Comunidad de Madrid, un instrumento a su juicio más efectivo que el cierre de la capital porque limitaba más la movilidad en algunas áreas.
El PP apoyará restricciones de ser necesarias, pero no quiere que «eso sea simplemente la comodidad de gobernar por decreto y no hacer medidas que sean eficaces en base al criterio de los que saben» y sigue abogando por un plan B jurídico que saque a España de la excepcionalidad del estado de alarma.
Casado señaló ayer la gravedad de la situación, aludiendo al «colapso de ucis» en algunas autonomías, al tiempo que defendió la necesidad de una «estrategia conjunta» para derrotar al virus y proteger también el empleo ante «una ruina económica sin precedentes».
El Ministerio de Sanidad mantiene que aún no es el momento de recurrir al confinamiento domiciliario porque las distintas regiones tienen margen para seguir ejecutando sus acciones para frenar la propagación del virus, y junto a las autonomías, decidió ayer darse un plazo de dos a tres semanas antes de adoptar nuevas restricciones.
Asturias, Ceuta y Melilla han reclamado ya el confinamiento domiciliario mientras que Castilla y León o Euskadi quieren tener la potestad de usar este instrumento en el caso de que sea necesario.
Fuente: © EFE 2020.