Recientemente, ha comenzado a circular una nueva familia de variantes denominada FLIRT, entre las cuales destacan especialmente las variantes KP.3 y LB.1.

La variante KP.3 se detectó por primera vez en Cádiz, Andalucía, a finales de marzo de 2024, y ha sido identificada como el principal impulsor de la ola actual de contagios en España. Federico Gueli, un experto citado en el diario italiano «Il Messaggero», señala que aunque los casos detectados inicialmente eran pocos, la prevalencia de KP.3 ha crecido rápidamente. Italia se ha convertido en el segundo país con mayor prevalencia de esta variante, representando cerca del 20% de las muestras disponibles. 

La KP.3 se propaga rápidamente, una característica que preocupa a los expertos, especialmente en eventos masivos como la Eurocopa y los Juegos Olímpicos de París. Esta variante posee mutaciones que le confieren una mayor transmisibilidad y la capacidad de eludir la respuesta inmunológica y las vacunaciones actuales. En Estados Unidos, KP.3 ha crecido rápidamente hasta convertirse en la variante predominante, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). A pesar de su rápida diseminación, la Organización Mundial de la Salud aún no ha emitido una evaluación de riesgo específica para esta variante, lo que ha generado incertidumbre y llamado a la cautela entre la comunidad internacional.

Los síntomas de KP.3 son similares a los de otras variantes de Covid-19 e incluyen fiebre, malestar, fatiga, dolor de cabeza, tos, dolor de garganta, y dolores musculares y articulares. Esta similitud en los síntomas dificulta la identificación de la variante sin pruebas específicas, lo que subraya la importancia de la vigilancia epidemiológica y la realización de pruebas genéticas para identificar las variantes circulantes. Las autoridades sanitarias están enfocadas en prevenir la propagación de esta variante mediante medidas como la implementación de restricciones de viaje, la promoción del uso de mascarillas, y la intensificación de las campañas de vacunación y refuerzo.

Por ejemplo, en Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han intensificado las medidas de control en los aeropuertos y han emitido recomendaciones para evitar grandes aglomeraciones y mantener las prácticas de higiene adecuadas. En Europa, varios países han revisado sus protocolos de salud pública y están considerando la reintroducción de algunas restricciones para controlar la propagación de KP.3.