Quique Sánchez Flores: «La decisión de no seguir es una puerta abierta al club»

El entrenador del Sevilla, Quique Sánchez Flores, durante el entrenamiento del equipo en la ciudad deportiva del club sevillano. El presidente del Sevilla, José María del Nido Carrasco, ha informado de que Quique Sánchez Flores "será entrenador" del equipo hispalense "hasta el próximo 30 de junio y no seguirá en el cargo la próxima temporada". EFE/ Julio Muñoz

Sevilla, 18 may (EFE).- El entrenador del Sevilla, Quique Sánchez Flores, ha comentado este sábado en rueda de prensa que la «decisión de no seguir» la próxima temporada consensuada con los dirigentes sevillistas es «responsable» y «una puerta abierta para que el club decida quién será el próximo entrenador y con qué jugadores».

Quique Flores ha manifestado que «la decisión de no continuar en el equipo» ha sido «tomada en los momentos difíciles» lo que lo «entristece», ya que «ha sido una historia dolorosa pero bonita, sufrida y llena de emociones», durante la que ha valorado «el esfuerzo de los jugadores por cambiar la dinámica».

El técnico madrileño ha agradecido «al presidente», José María del Nido Carrasco, por su «comunicación diaria, muy frontal y muy clara», así como «a la dirección deportiva por la decisión de que viniera aquí», algo que «ha sido buena para los dos» porque a él, personalmente, le ha «servido para crecer».

Quique ha rememorado, desde diciembre, «una etapa de mucha angustia, teniendo que asumir una situación muy incómoda, con malos resultados y con catorce futbolistas en la camilla» pero, sobre todo, ha constituido «un gran reto como es echarse a la espalda las miles de almas que tiene el Sevilla para que no ocurra algo muy grave».

El preparador sevillista ha admitido que «el mejor momento» en estos meses fue «después del derbi -en el campo del Betis (1-1)-«, cuando exhaló «un gran suspiro por haber salvado la permanencia con seis jornadas de antelación», algo que le ha producido «un gran desgaste» que «en otro momento de la historia del Sevilla, no hubiera tenido».

Quique explicó que «un plan de rescate es un trabajo muy a corto plazo con los jugadores», que consiste en «buscar estar bien hoy sin pensar en lo que va a pasar dentro de dos meses», una manera de actuar que «despersonaliza a los jugadores y al entrenador», quienes sienten ahora «un punto de quemazón importante».

El entrenador madrileño quiso homenajear a «la afición del Sevilla», ya que «ha estado enorme apoyando en los momentos de máxima adversidad. Cuando parecía que no había una gota de esperanza, allí estaban» y recordó que él «tenía muchas ganas de disfrutar de esta gente como local».

«La máxima jerarquía de los clubes son los aficionados. En cada partido, se juega para ellos. Si no somos capaces de hacerlo en estos dos partidos, como ha pasado en los dos últimos, pido perdón. Forma parte de la naturaleza humana que haya una cierta caída tras conseguir un objetivo, pero como entrenador uno ambiciona que el equipo siga compitiendo», relató en alusión a la cita del domingo en Bilbao.