
Berlín, 22 mar (EFE).- El Consejo Asesor de Economistas del Gobierno alemán, los llamados «cinco sabios», ven en la inflación el gran riesgo de la economía alemana pese a que las perspectivas de crecimiento han mejorado gracias a la estabilización del suministro energético.
Los «sabios» esperan para Alemania un crecimiento del 0,2 por ciento en este año y del 1,3 por ciento el próximo, pero advierten de que la alta inflación implica una pérdida de la capacidad de compra y un debilitamiento de la demanda como motor de la economía.
Para este año los sabios esperan una tasa de inflación del 6,6 por ciento, mientras que para 2024 pronostican una tasa promedio del 3 por ciento.
«La perspectiva a corto plazo ha mejorado con respecto al otoño de 2022, pero sigue siendo tensa. La alta inflación sigue siendo una dura carga para la coyuntura», dicen los sabios en su informe.
Aunque el informe considera que la inflación puede haber superado su punto más alto, sigue siendo alta y sólo bajará lentamente.
La presidenta de turno del Consejo, Monika Schnitzer, señaló que a la debilitación de la demanda se agregan como riesgos el empeoramiento de las condiciones de crédito debido al alza de intereses así como la lentitud con que se está recuperando la demanda externa.
El informe señala que, debido a que la inflación en la eurozona está todavía claramente por encima de la meta del 2 por ciento del BCE, a lo largo del año puede haber nuevas alzas de intereses.
Por otro lado, la inseguridad en los mercados financieros dificulta la lucha contra la inflación por parte de los bancos centrales.
Pese a la tensa situación económica el mercado laboral en Alemania sigue siendo estable. Los sabios esperan un ligero aumento del empleo hasta 2024 y un alza de los salarios del 5,9 por ciento en 2023 y del 4,5 por ciento en 2024.
«Para 2023 el aumento de los salarios será menor que la inflación. Solo se puede contar con un aumento de los salarios reales en 2024. Ello probablemente impulsará el consumo privado», señaló el experto en el mercado de trabajo del Consejo, Achim Truger.
Las perspectivas para las finanzas públicas, según el informe, han mejorado debido a que los gastos derivados de medidas para compensar el alza de la energía serán menores que lo que se había presupuestado.
El déficit, según los sabios, será este año del 1,6 por ciento del PIB y el año próximo del 0,4 por ciento del PIB.
La deuda bajará del 67,4 por ciento del PIB al 63,5 por ciento del PIB el año próximo.
Los sabios advierten también de que la crisis energética no ha pasado y avisan del peligro de que el próximo invierno pueda haber un alza de los precios o incluso escasez.