El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha restado importancia al «coste» político que puede tener para su Ejecutivo un futuro indulto de los líderes independentistas catalanes y, por el contrario, ha apostado por abrir «una nueva etapa» que deje atrás «un mal pasado»
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha restado importancia al «coste» político que puede tener para su Ejecutivo un futuro indulto de los líderes independentistas catalanes y, por el contrario, ha apostado por abrir «una nueva etapa» que deje atrás «un mal pasado».
En la rueda de prensa tras la cumbre hispano-polaca celebrada este lunes en Alcalá de Henares, Sánchez ha dejado claro que esa decisión la tomará el Gobierno «en conciencia» y no pensando en los efectos negativos que pueda tener sino en «los millones de catalanes que quieren vivir en paz y que quieren superar el desgarro emocional» que supuso lo sucedido el año 2017.
«Creo que ayudar a resolver problemas no representa un coste», ha insistido Sánchez, que no cree que dejar «las cosas enquistadas» sea lo que se merece ni Cataluña ni el conjunto de España.
Para el presidente del Gobierno, la decisión sobre los indultos permitirá transitar «de un mal pasado a un futuro mejor», que, a su juicio, se tiene que escribir con palabras como la «concordia» y la «cohesión».
Sánchez ha reconocido que no puede adelantar una fecha sobre esa decisión porque el Ministerio de Justicia tiene que estudiar primero los informes de todas las partes y elaborar después no solo un expediente, sino once, por cada uno de los lideres independentistas condenados, que además «tienen que armarse bien».
Será entonces y cuando estén preparados esos informes cuando se eleve esa decisión al Consejo de Ministros: «Fecha no le puedo dar ninguna».
Preguntado por una posible reforma del delito de sedición para rebajar las penas, reforma sobre la que ya está trabajando el Ministerio de Justicia, Sánchez ha insistido en que ese tipo penal en España no encaja con la legislación de los países de nuestro entorno, por lo que ha defendido «homologarlo con los países más avanzados».
A su juicio, en 2017 se aprendió «una lección», que es lo «desacoplado» que está el Código Penal con respecto a algunos delitos, como la sedición.
Sobre la recuperación de la mesa de diálogo en Cataluña, Sánchez considera que lo primero que toca es reunirse con el nuevo presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. «Luego ya habrá tiempo de toda las reuniones que queramos», ha zanjado.
Fuente: © EFE 2021