Sánchez no ve ningún ultimátum de Junts ni cree posible que llegue a una entente con el PP

La portavoz de Junts, Míriam Nogueras, durante su intervención en la sesión de control al Gobierno que se celebra este miércoles en el Congreso. EFE/ Mariscal

Patricia Crespo

Madrid, 11 dic (EFE).- El Gobierno ha vuelto a constatar este miércoles en el Congreso su inestabilidad parlamentaria, en una sesión en la que Junts le ha exigido el cumplimiento de lo acordado y amenazado, después, con no apoyar los presupuestos, mientras se agranda la brecha entre sus socios de investidura por el impuesto a las energéticas.

«Es verdad, tenemos un Gobierno en minoría parlamentaria y nos toca negociar, trabajar ley a ley con los distintos grupos de esta Cámara», ha señalado a Junts el líder del Ejecutivo, Pedro Sánchez, quien ha garantizado que cumplirá sus acuerdos.

Habituado a las negociaciones hasta el último minuto y a recibir reveses no esperados -como el acuerdo alcanzado el lunes por el PP con Junts sobre el impuesto de producción energética-, el Ejecutivo se muestra confiado en disolver las reticencias de sus socios para sacar adelante sus iniciativas.

De ellas la que más peso tiene son las cuentas públicas para el próximo año, que Junts ha vaticinado hoy que no se van a negociar, después de desvelar que el Gobierno no se ha puesto en contacto con ellos para iniciar las conversaciones.

Aunque apoyaron a Sánchez en su investidura, la formación que lidera el expresident de la Generalitat Carles Puigdemont ha escenificado desde el primer momento que no se lo iba a poner fácil al Gobierno.

Junts se ha dedicado a apretar las costuras al Gobierno de manera intermitente, pero la presentación este lunes de una iniciativa en la que piden a Sánchez que plantee una cuestión de confianza supone una nueva muesca en su listado de avisos de alta tensión, donde figuraba ya su voto negativo, en julio, a la senda de estabilidad, paso previo a los presupuestos.

«No vamos de farol», ha vuelto a repetir la portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras.

El Gobierno no ve en el último movimiento político de JxCat un punto de inflexión en su relación con el Ejecutivo y recuerda que está manteniendo la misma actitud desde el principio de la legislatura.

Moncloa subraya además que, aunque no hay línea abierta para hablar de presupuestos, sí existe para otros temas, como el traspaso de competencias en materia de migración.

ERC resumió este martes el paso dado por Junts sobre la cuestión de confianza con una palabra: «humo», en la misma lista de sinónimos a los que han recurrido el resto de los grupos parlamentarios para calificar la iniciativa de la formación de Puigdemont.

Poco después de que Sánchez volviera a tender la mano en el Congreso a todas las fuerzas políticas para lograr acuerdos, ha restado recorrido a los últimos quiebros de Junts.

Durante una conversación con periodistas en Moncloa, ha calificado de «política ficción» que esto pueda desembocar en un acuerdo sólido entre PP y Junts, formación en la que el Gobierno ve más «escenificación y relato» que otra cosa.

El propio líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha aprovechado su pregunta a Sánchez para entrar en el tema al dirigirse directamente a Nogueras y asegurar: «Claro que Sánchez no es de fiar; claro que les ha engañado; claro que les va a seguir engañando», usando el mismo argumento esgrimido por Junts para pedir la cuestión de confianza.

Pero más allá de Junts, el Congreso tiene este miércoles la mirada puesta en la reunión convocada por Hacienda con los grupos parlamentarios para negociar el futuro impuesto a las grandes energéticas.

Y aquí, de nuevo, como pasó el 19 de noviembre, quedan patentes las diferencias entre socios del Gobierno, por un lado PNV y Junts, contrarios al impuesto a las energéticas -que consiguieron sacar del paquete fiscal- y por otro Podemos, que exige mantenerlo.