Johannesburgo, 24 may (EFE).- El canciller alemán, Olaf Scholz, dijo hoy que su país ve «factible» dejar de importar petróleo ruso para finales de este año y aseguró que en la Unión Europea hay una «gran voluntad» de avanzar en ese camino, aunque hay naciones para las que esta meta presenta más complicaciones.
«Para ser claros, saldremos de esto (de la importación de petróleo ruso) y, en el caso de algunos países, tomará un poco más de tiempo, pero al final hay una gran voluntad de ir por este camino», señaló Scholz este martes en una rueda de prensa celebrada en Pretoria tras haberse reunido con el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, dentro de un viaje que el mandatario alemán está haciendo por África.
La guerra en Ucrania, las sanciones contra rusia y las consecuencias del conflicto para la economía internacional acapararon buena parte de la intervención pública que Scholz y el jefe de Estado sudafricano ofrecieron en Edificios de la Unión, sede del Poder Ejecutivo de la nación austral, tras la recepción oficial brindada al canciller alemán en su primer viaje oficial a Pretoria.
Consultado por la prensa, Scholz ofreció un panorama detallado sobre los avances de la UE en cuanto a las sanciones energéticas contra Moscú.
Respecto al carbón, el mandatario alemán afirmó que el embargo es muy «manejable», ya que existen numerosos proveedores disponibles.
En cuanto al petróleo, el canciller afirmó que, aunque su país aún tiene que «trabajar en ello», para Berlín es «factible» lograrlo en el plazo que la UE está discutiendo (finales de año para la mayor parte de los países).
Scholz admitió que el embargo petrolífero presenta dificultades adicionales para otras naciones, pero se mostró seguro de que el bloque europeo logrará concretar la sanción, ya que existe, según él, una «gran voluntad» de avanzar por ese camino.
Sobre el gas, el canciller alemán se mostró más evasivo y argumentó que su país tiene que «invertir en infraestucturas» que permitan primero vías alternativas de suministro.
El líder sudafricano y el alemán abordaron también la distinta postura que sus naciones mantienen frente al conflicto.
Dese el comienzo de la invasión, Sudáfrica, al igual que otras potencias africanas, optó por no condenar la operación y se abstuvo en las votaciones condenatorias celebradas en el seno de las Naciones Unidas aduciendo que abogan por el «diálogo» en lugar de por las sanciones.
Así, Ramaphosa enfatizó hoy que el jefe de Estado de Senegal y actual presidente rotativo de la Unión Africana, Macky Sall, va a viajar tanto a Rusia como a Ucrania representando al continente y afirmó que África, al tener acceso a los dos «bandos», puede jugar un papel muy importante para facilitar un final negociado del conflicto.
«Hay países que votaron en línea con Rusia, esto es intolerable», dijo por su parte Scholz, si bien matizó que aunque no siempre todas las naciones tienen el mismo punto de vista, el objetivo final común es que la guerra acabe.
En su visita a Sudáfrica, el canciller alemán busca ahondar los vínculos comerciales y de inversión entre las dos naciones, con especial interés en los proyectos de energía verde que Sudáfrica quiere poner en marcha con el apoyo de Europa (por ejemplo, en el sector del hidrógeno).
Antes de Pretoria, Scholz visitó Senegal y Níger, naciones donde las opciones futuras de provisión de gas y el apoyo alemán en materia de seguridad fueron, respectivamente, ejes centrales de su agenda de trabajo.