Madrid, 30 oct (EFE).- El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, viaja este lunes a Senegal, su tercer desplazamiento a Dakar para analizar con las autoridades senegalesas el control de las rutas migratorias, en un contexto de llegadas récord de pateras con más de 13.000 personas solo a Canarias en un mes.
La reactivación de las devoluciones periódicas de migrantes senegaleses será otro de los asuntos que el titular de Interior aborde en este viaje.
Durante su estancia en Dakar, Grande-Marlaska se va a reunir con los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado desplegados en el país subsahariano.
Posteriormente, se va a entrevistar con el ministro del Interior de Senegal, Sidiki Kaba.
En los últimos cinco años, Grande-Marlaska ha viajado a Senegal en otras dos ocasiones y a Mauritania en cinco.
La última fue hace tres semanas, una visita que precedía a la cita en Dakar el día 16 y que fue aplazada porque el titular de Interior se trasladó a Canarias para presidir la reunión de la Autoridad de Coordinación ante la llegada sin precedentes de migrantes desde la crisis de los cayucos de 2006.
Precisamente entonces, cuando arribaron las costas canarias 32.000 inmigrantes, España puso en marcha un mecanismo de cooperación con países de origen, entre ellos Senegal y Mauritania, donde en la actualidad están desplegados agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional.
Esta colaboración con ambos países ha impedido este año la salida de 12.500 personas rumbo a Canarias, según admitió hace unos días Grande-Marlaska en Las Palmas de Gran Canaria, donde anunció que un avión de la Guardia Civil reforzaría el control de las costas senegalesas durante un mes y medio.
Otro asunto es la devolución de senegaleses que han llegado al archipiélago canario de forma irregular y tienen orden de retorno.
Fuentes policiales han asegurado a EFE que desde hace algunas semanas se han retomado estos vuelos de devolución de migrantes senegaleses.
Grande-Marlaska ha avanzado que este viaje pretende reforzar las relaciones de cooperación con Senegal, donde hay 31 guardias civiles que patrullan junto con la marina senegalesa, además de un equipo de investigación de la Policía Nacional que trabaja con agentes senegaleses para desarticular mafias que trafican con migrantes.