Almería, 22 nov (EFE).- La actriz Verónica Sánchez ha asegurado este viernes que “la narrativa es un acto revolucionario” al recoger el premio ‘Almería, tierra de cine’ que le ha concedido el Festival Internacional de Cine de Almería (FICAL), apenas unas horas después de descubrir la estrella que lleva su nombre en el Paseo de la Fama de la capital almeriense.
“Hoy me están agasajando. Esta mañana he inaugurado una estrella. ahora me dan esto. Estoy que ya no me quiero ir de aquí”, ha afirmado la actriz, que ha recibido el galardón de manos del presidente de la Diputación de Almería, Javier A. García, durante la gala de entrega de premios del Certamen Internacional de Cortometrajes ‘Almería en Corto’.
“Como llevo todo el día haciendo entrevistas y hablando de mí, me gustaría no hablar de mí durante un rato y contaros, hablaros de dos personas que creo que tienen algo que decir sobre lo que hacemos”, ha dicho Sánchez.
En primer lugar, se ha referido a Daniel Paul Tammet, un escritor británico con síndrome del sabio y síndrome de Asperger, asociados a una capacidad extraordinaria de realizar cálculos matemáticos complejos y aprender lenguas.
“Es una de las mentes más brillantes de nuestro tiempo (…) Dice que alguien como él, que nació privado de las habilidades sociales, tuvo la suerte de tener una biblioteca en su pueblo bien nutrida de libros y de películas, y que eso le salvó la vida, que aprendió sobre empatía, sentimientos y maneras de relacionarse con los demás gracias al cine y gracias a la literatura”, ha afirmado.
Algo que, ha destacado la actriz, ha permitido que ahora dé conferencias y ya no tenga esos problemas para establecer lazos con los demás.
“Hace unos años tuve la suerte de conocer a un escritor marroquí que se llama Mahi Binebine. Él es escritor, es escultor, es artista. Está afincado en Nueva York u tiene una fundación que se dedica a llevar el cine por zonas en conflicto, campos de refugiados y demás”, ha revelado.
“En esa rueda de prensa a la que asistí, un periodista le preguntó de qué servía llevar el cine a lugares así. Dijo que a veces en esos lugares donde solo prima la supervivencia y la supervivencia de la vida, no hay nada que se pueda hacer”, ha abundado.
“Él me dijo que no la vida es una sucesión de rutinas. Había descubierto que a veces llegaban grupos radicales, armados, y convencían a chavales muy jóvenes, no porque les importaran las ideas que defendían, sino que les importaba la pasión con la que defendían esas ideas. Y a veces se unían a esos grupos armados porque eran contagiados de esa pasión”, ha apostillado.
De esa forma, Sánchez ha subrayado que Binebine pensó que “llevando el cine y contagiando pasión en otro camino podría luchar” contra esta situación. “
“Había descubierto que en los años de su fundación muchos chicos habían aprendido a contar historias, a unirse a otras maneras de explicarse al mundo o de percibir el mundo que no fuera a través de las armas”, ha manifestado.
“Lo que quiero decir con esto es que creo que escribir ficción y contar, la narrativa, es un acto revolucionario. Creo que cualquiera que se enfrente a un papel en blanco y decida contar una historia quiere cambiar el mundo para mejor, quiere afectar a los demás y quiere que conectemos y que generemos empatía entre nosotros”, ha concluido. EFE