Villarreal (Castellón), 22 sep (EFE).- El entrenador del Villarreal, Marcelino García Toral, aseguró este domingo tras perder 1-5 ante el Barcelona que el resultado le pareció «excesivamente abultado», pero destacó que, en cualquier caso, llevan «trece goles en contra y con esos números no hay nada que hacer».
«Tenemos que ser conscientes de que nuestros números defensivos actuales no nos llevan a objetivos altos», afirmó el técnico asturiano en una rueda de prensa en la que se mostró «muy contento» por cómo jugó su equipo, pero no por cómo defendió, por lo que reclamó mayor «eficacia».
Para Marcelino, hubo un partido hasta el gol anulado a Thierno Barry que hubiera supuesto el 2-3 y un nuevo encuentro después. «Tuvimos ocasiones claras para empatar 2-2 al final de la primera mitad y al principio de la segunda parte», recalcó, y resaltó «la actitud y la ambición por ganar».
«Se pudo decantar a cualquiera de los lados y el acierto lo decantó», comentó Marcelino, que apuntó que generaron «muchísimas ocasiones», les «anularon tres goles, alguno por un milímetro» que le genera dudas, y un palo.
«El gol de Barry el 2-3 era clave, porque venía tras el penalti de Lewandowski y era el golpe moral que necesitábamos. Ese gol anulado fue el bajón definitivo, porque el Barça enseguida nos penalizó hasta el cuarto, pero hasta entonces vi un gran Villarreal, pero a nivel defensivo debemos corregir», sostuvo.
Por ello, dijo que tienen que «competir más y mejor en determinadas situaciones» defensivas, pero que, desde el orgullo de haber hecho un buen partido, ahora deben «aprender de un resultado adverso», porque el primer tramo de temporada les indica que hacen «muchas cosas bien pero algunas mal que son determinantes».
Respecto al Barça, recalcó que es un equipo «perfectamente» definido: «Es un equipo que sin balón arriesga mucho, va a la presión y deja muchísimos metros a la espalda y con balón que con la posesión te atrae para atacar y te atraca, tanto al contraataque como con circulaciones muy rápidas».
Asimismo, Marcelino comentó que no cree que el árbitro «haya influido» para nada pero se quejó de los penaltis que se pitan en la Liga: «Nos dicen que no se van a pitar ‘penaltitos’ y venga a ‘penaltitos’ todas las jornadas».
«Por un roce, por un contacto con el balón… ¿Qué vamos a hacer, jugar con una pierna o los brazos como si tuviéramos una enfermedad? Las extremidades ayudan a movernos y a la coordinación, pero el árbitro no creo que haya influido», concluyó Marcelino.
