El genio de la animación inaugura la 71ª edición del Festival de San Sebastián en una jornada en la que también se pudieron ver los últimos trabajos de Wenders, Bayona o Kaurismäki
Hayao Miyazaki, autor de obras maestras de la animación como “El viaje de Chihiro”, “La tumba de las luciérnagas” o “El castillo ambulante”, estuvo presente en la 71ª edición del Festival de San Sebastián con “El chico y la garza”, su última película. La obra, que tenía aires de ser la despedida definitiva del veterano director, ha sido un éxito absoluto de crítica en todos los Festivales que ha visitado, demostrando que Miyazaki, a sus 82 años, sigue en forma.
“El chico y la garza” nos cuenta la historia de Mahito, un joven de 12 años que busca asentarse en un nuevo hogar tras la muerte de su madre. La llegada de una misteriosa garza parlante, que le dice que su madre sigue viva, le transportará a otro mundo.
Miyazaki se reencuentra con su versión más inspirada y creativa, presentando una primera mitad contenida y sobria a nivel argumental (impresionante la secuencia inicial), pero abrazando la fantasía más pura en su segunda parte. La imaginación desbordante presente en cada idea, en cada criatura que se cruza en el viaje de Mahito, son la prueba irrefutable de que dan igual la edad y la cantidad de películas que alguien pueda llevar a sus espaldas: las películas de Miyazaki desbordan personalidad, imaginación, color, energía, y un amor innegable por la animación y el cine.
La jornada continuó manteniendo un nivel altísimo con “Perfect Days”, la más reciente película de Wim Wenders (“Paris, Texas”, “El amigo Americano”). Rodada íntegramente en japonés, es probablemente el trabajo más redondo del director en prácticamente dos décadas.
«Perfect Days», el mejor trabajo de Wim Wenders en décadas
Hirayama (un conmovedor Kôji Yakusho) es un humilde limpiador de baños públicos en Tokio que encuentra el disfrute en las pequeñas cosas: la fotografía, los libros, o el trayecto desde casa al trabajo, cuando puede disfrutar de su música favorita. La aparición de alguien inesperado le hará reencontrarse con eventos de su pasado y reconsiderar su forma de vida.
“Perfect Days” es una película minimalista, que nos habla del placer de las pequeñas cosas, de disfrutar de los “tiempos muertos”, y de ser lo más felices posible con lo que tenemos. Hirayama no busca hacerse rico, sino cumplir con su trabajo de la mejor forma posible y pasar su tiempo libre haciendo lo que le hace disfrutar. Encuentra motivos para sonreír en cualquier situación, por pequeña que sea.
Kôji Yakusho (“Babel”, “Memorias de una Geisha”) hace una interpretación perfecta y conmovedora, construida sobre gestos, miradas o silencios, que le valió el premio a Mejor interpretación en el pasado Festival de Cannes. Wenders centra la película en él, en cómo lleva a cabo su jornada laboral, su rutina y sus pequeños momentos de descanso, consciente de que es sobre su protagonista sobre quien tiene que ubicar una historia como la que cuenta.
En tiempos como los que vivimos, con un ritmo de vida frenético, y tanto ruido a nuestro alrededor que apenas nos permite procesar qué estamos haciendo, “Perfect Days” se presenta como una anomalía: un canto al silencio, a la paz interior, y a la búsqueda de la felicidad a través de las pequeñas cosas.
“Perfect Days” se estrenará en cines el próximo 12 de enero de 2024. “El chico y la garza”, por su parte, lo hará este 27 de octubre.
Mario Orgaz