Madrid, 21 abr (EFE).- Luminosa y esperanzadora, pese a que el argumento se enmarca en una terapia de grupo para personas que han perdido a sus parejas. Así es “Días mejores”, la nueva serie de Amazon Prime Video que se estrena este viernes y que se sumerge en un proceso de superación del duelo en el que lo importante no es la muerte y el drama, sino la vida y el futuro.
Una terapia liderada por una carismática doctora Laforet, interpretada por Blanca Portillo -una psicóloga de métodos poco convencionales, cargada de ironía y con un secreto a sus espaldas -, y un variopinto grupo de pacientes compuesto por los actores Marta Hazas, Francesc Orella, Alba Planas y el mexicano Erick Elías, cada uno con sus circunstancias y sus duelos particulares.
Por orden son Sara, una médica convencida de que ha perdido al amor de su vida, obligada a superar su dolor para sacar adelante a su hijo de 8 años; Luis, un exitoso empresario acostumbrado a tenerlo todo bajo control salvo a sus tres hijas; Graci, una universitaria con toda la vida por delante, obligada a cumplir una promesa que le hizo a su novio en el lecho de muerte; y Pardo, un rockero mexicano venido a menos, que tendrá que hacerse cargo de unos hijos a los abandonó.
Pese a lo poco alentador del panorama, la serie creada por Cristóbal Garrido y Adolfo Valor (“Reyes de la Noche”, ”Fariña”) se aleja casi por completo del drama. “No es un melodrama, es un drama con toques de comedia. Queríamos que fuera como la vida, que se mezclaran las dos cosas”, cuenta a Efe Adolfo Valor.
“La misma sala donde se reúnen en la terapia es un salón precioso en el que querrías vivir todo el rato. Queríamos que fuera una serie muy luminosa, que te anime, que tenga esta cosa tan hortera del «feel good», que te den ganas de seguir viéndola”, añade por su parte Cristóbal Garrido.
Ambos, que también son escritores de los guiones -acompañados de Daniel Martín Serrano, Sara Alquézar y Alba Carballal- comenzaron a escribir “Días mejores” (que inicialmente se llamó “El día menos pensado”) hace años, inspirados en una mujer que contaba su paso por una terapia de este tipo.
“El entorno nos llamaba poderosamente la atención”, explica Valor, por ser un lugar en el que conviven “desconocidos en el momento más vulnerable de sus vidas”. “Enseguida vimos que ahí había un potencial humano muy fuerte y muchas historias que contar”.
Los cuatro pacientes de Laforet son “cuatro personas en duelo muy diferentes, que están en un momento de incertidumbre total», que «en circunstancias normales no se hubiesen conocido” y que “tienen heridas compartidas». «Son amistades imposibles y casi forzadas, cinco desconocidos que acaban haciendo piña porque se necesitan”, añade el creador.
En total son diez capítulos, dirigidos por Alejo Flah (“Taxi a Gibraltar”), Arantxa Echevarría (Goya a la Mejor Dirección por “Carmen y Lola”) y Jota Linares (“¿A quién te llevarías a una isla desierta?”). “Es una serie que se cuenta a fuego lento porque las terapias de duelo llevan su tiempo”, apunta Valor sobre esta serie, que son muchas series: por un lado, la terapia y por otro la vida de cada uno de sus integrantes.
Además de al dolor, ¿A qué cosas se enfrenta una persona cuando pierde al padre/madre de sus hijos? ¿Cuáles son todas esas “mierditas post mortem” que tienen que afrontar los vivos, de sopetón? Para Sara es pagar el alquiler del garaje o intentar cancelar un seguro, sin saber las claves de seguridad de su fallecido marido.
Así lo cuenta en terapia ante Laforet en su silla, la misma que ocupó la actriz cuando se sentó por primera vez en el luminoso salón. “Al llegar al rodaje nos dieron a elegir el lugar donde se sentarían nuestros personajes y ahí nos hemos quedado toda la serie”, cuenta a Efe Hazas.
Sin conocerse en persona, los actores comenzaron a interpretar su papel en la terapia sin haberlo ensayado previamente. Conversaciones que fueron rodadas sin cortes, en un plano secuencia, algo que permitió crear “un clima muy bonito y real”, añade la actriz, quien defiende esa visión de la ficción llena de luz, y también de humor.
“Han conseguido un tono muy de la vida real. Son personajes muy de carne y hueso y ocurre como en la vida, que en los momentos más dramáticos te pueden dar ataques de risa y a veces cosas que aparentemente te tendrían que hacer sonreír te emocionan o hacen que sea la gota que desborda el vaso y que te hacen conectar con tus emociones y con el dolor”, agrega.
“Días mejores” habla, sobre todo, “de humanidad y de la vulnerabilidad del ser humano, y de lo importante que es apoyarse y pedir ayuda”. En estos tiempos donde la salud mental ha dejado de ser un tabú, la serie “pone de relieve el tema de la salud mental, de pedir ayuda cuando uno lo necesita. Igual que va uno al médico cuando le ocurren cosas físicas, hay que ir al psicólogo cuando no te encuentras bien”.
Paula Escalada Medrano