La cineasta Nathalie Álvarez corta «las cadenas patriarcales» en «Clara Sola»

Fotograma de la película "Clara Sola", opera prima de la directora nacida en Suecia, de padre uruguayo y madre costarricense, Nathalie Álvarez (1988), que invita a las mujeres a "cortar las cadenas patriarcales" con una historia de liberación a través del despertar sexual de una mujer de 40 años, que llegará el 20 de mayo a los cines españoles. EFE/Atera Films - SOLO USO EDITORIAL/SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO) -

Madrid, 16 may (EFE).- Nacida en Suecia, de padre uruguayo y madre costarricense, la directora Nathalie Álvarez (1988) invita a las mujeres a «cortar las cadenas patriarcales» en su opera prima, «Clara Sola», una historia de liberación a través del despertar sexual de una mujer de 40 años, que llegará el 20 de mayo a los cines españoles.

Nacida en Suecia, de padre uruguayo y madre costarricense, la directora Nathalie Álvarez (1988) invita a las mujeres a "cortar las cadenas patriarcales" en su opera prima, "Clara Sola", una historia de liberación a través del despertar sexual de una mujer de 40 años, que llegará el 20 de mayo a los cines españoles. EFE/Atera Films - SOLO USO EDITORIAL/SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO) -

Con un tono de fábula cercano al realismo mágico, la trama se desarrolla en un pueblo en medio de la naturaleza, con la que Clara (Wendy Chinchilla) siente una especial conexión. Su familia y su entorno creen que tiene poderes divinos y se aferran a ella como «sanadora».

«La idea era subrayar que también es responsabilidad de las mujeres cortar las cadenas patriarcales», subrayó Álvarez en una entrevista con Efe durante una visita a Madrid, ya que es la propia madre de la protagonista quien la obliga a someterse.

La directora explicó que no se menciona un lugar ni una época en concreto por esa búsqueda del cuento y porque se trata del tiempo de sus recuerdos y de la coguionista, María Camila, aunque el rodaje tuvo lugar en Vara Blanca, en el interior de Costa Rica.

«También quería transmitir esa sensación de estar atrapado en el tiempo que siento a veces cuando voy a algunos pueblos, donde hay wifi y acceso a la información pero aún así se elige no abandonar la tradición patriarcal», señala.

Presentada el año pasado en la Quincena de Realizadores de Cannes y con dos nominaciones a los Premios Platino, la película muestra la relación de la religión con los roles de género. «Crecí en una familia católica y la idea de la Virgen como ideal de pureza era siempre algo a lo que aspirar, algo imposible porque para empezar es virgen y madre», sostiene.

Álvarez también quería contar que, a veces, para romper con esa herencia es necesario renunciar a la comunidad, ya que la religión y sus rituales suelen acaparar esa comunión colectiva. «Que se tenga que romper con la comunidad para poder ser una misma, liberarse, valorarse y quererse es muy triste», afirma, «pero ha sido algo muy frecuente en generaciones anteriores».

Sobre la amenaza de prohibición del aborto que se cierne actualmente en Estados Unidos, cree que es una muestra más de que la lucha feminista no debe cesar, hay avances pero también pasos atrás.

«Creo que el feminismo y la lucha medioambiental están muy relacionadas, es la sociedad patriarcal capitalista la que nos ha puesto donde estamos, hay que cambiar las ideas y ver la naturaleza de otra manera», declara.

En el filme, una coproducción entre Costa Rica, Suecia, Bélgica y Alemania, los deseos sexuales de Clara se despiertan por su atracción por el nuevo novio de su sobrina, una fuerza que le lleva a un territorio inexplorado y le permite cruzar fronteras, tanto físicas como místicas.

Hay también referencias a cuentos como la Cenicienta o la Bella Durmiente por esa imagen de princesa idealizada, otro molde en el que a la mayoría de las mujeres les resulta difícil encajar, explica.

«Hemos crecido con esa imagen de princesa a la expectativa de un hombre que venga al rescate y el final feliz, se trataba de ver cómo encaja eso en un personaje como Clara, que es terca, es honesta, se masturba, es humana».

Algunos temas de «Clara Sola» estarán presentes también en su próxima película, en la que ya está trabajando con los mismos productores suecos.

«Es un drama tropical gótico -avanza-, ambientado en la Latinoamérica colonia, más oscuro que ‘Clara’, pero también se desarrolla en la naturaleza y habla de normas patriarcales y racistas de la época».

Por Magda Tsanis