Una danza por la paz bajo el Acueducto de Segovia, en el MUSEG 2022

Vista de un restaurante de Segovia en una imagen de archivo. EFE/Pablo Martín

Segovia, 07 jun (EFE).- Los coreógrafos Mey-Ling Bisogno (Venezuela) e Ian Garside (Reino Unido) interpretarán, junto a 32 voluntarios, el estreno absoluto de «Human Perpetuum Mobile», una acción de danza participativa que buscará crear «una máquina de movimiento perpetuo» como clamor popular a favor de la Paz, como parte de la programación del 47 Festival de Música de Segovia (MUSEG).

Según ha anunciado en un comunicado este martes la entidad organizadora, la Fundación Juan de Borbón, adscrita al Ayuntamiento de Segovia, el programa de esta edición, que se celebrará entre el 19 de julio y el 13 de agosto, incluye una treintena de espectáculos de flamenco, música clásica, jazz y danza contemporánea.

El proyecto «Human Perpetuum Mobile» surge del encargo del festival para, como cada año, albergar en la ciudad de Segovia una acción artística relacionada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU, en este caso con el dieciséis, de paz y justicia.

Frente a la emergencia social y cultural de deterioro del vínculo socioemocional que se vive en la actualidad, sus creadores proponen que la danza sea «como el pegamento para la cohesión» a través de una acción de danza participativa.

Con ella crearán, en la Plaza del Azoguejo, a los pies del Acueducto de Segovia, «una máquina humana de movimiento perpetuo» con al menos 32 voluntarios, de modo que cada participante tenga un rol fundamental en el engranaje.

Detrás de este original proyecto está la coreógrafa Mey-Ling Bisogno, nacida en Venezuela y con ascendencia china e italiana, que ha construido su carrera artística entre Miami, Nueva York, Buenos Aires, París y Madrid, y el profesor de danza contemporánea y teatro físico británico Ian Garside.

Entre el resto de funciones programadas, destaca la conferencia el 20 de julio del musicólogo especialista en la historia de la interpretación pianística, Luca Chiantore, que ofrecerá su ponencia «La máquina encantada: una apasionante historia del piano a través de la Colección Hazen» en el centro cultural La Alhóndiga.

Como novedad este año, la compañía «Títeres Etcétera» llevará a cabo los días 23 y 24 de julio su espectáculo «Soñando el carnaval de los animales», una función de títeres gigantes que dará vida a animales de África, Asia y Australia en el Jardín de los Zuloaga gracias a la colaboración del Festival Internacional de Títeres de Segovia (Titirimundi).

En la misma ubicación, el 28 de julio tendrá lugar un concierto de «sones jazzísticos» con la guitarra de Yamandú Costa, junto a Martín Sued (bandoneón) y Luis Guerreiro (guitarra portuguesa); una actuación de la bailaora de flamenco Eva Yerbabuena el 29 de julio y una versión moderna del clásico ballet «El lago de los cisnes», un día después, por la compañía LaMov Danza.

El festival también ha preparado «la Ruta del Órgano», que comenzará en la Catedral de Segovia el 25 de julio con “Diálogo a cuatro manos”, un concierto de improvisación a dos órganos de Mónica Melcova y Ángel Montero, y seguirá hasta el 31 de julio con cuatro conciertos en iglesias de distintos pueblos de la provincia.

Los parajes seleccionados para el ciclo «MUSEG al Natural» este año son la pradera de San Marcos de la capital; la Cueva de la cantera de Fuentidueña, donde se podrá escuchar la recomposición de Las cuatro estaciones de Vivaldi de Max Richter, la Ermita de la Virgen del Castillo de Bernardos y la estación de tren de Yanguas de Eresma.

En Bernardos actuará la soprano Cecilia Lavilla Berganza con el pianista Miguel Ituarte el 7 de agosto con el recital “Retrato de cuatro grandes y de Isabella” y en Yanguas de Eresma, el 12 de agosto, el grupo Alexis Cárdenas Quartet, formado por músicos venezolanos que proponen al público una mezcla de músicas tradicionales de América Latina, jazz y música clásica.

La clausura del festival, el día 13 de agosto, correrá a cargo de la banda Dixie Barba Band, que hará resonar sus ritmos del Nueva Orleans de los años veinte entre montañas, desde lo alto de la Estación de esquí de La Pinilla.