Aplican música a pacientes en la UCI para reducirles el estrés y los sedantes

Imagen de archivo de 2021 de una paciente ingresada en la UCI del Hospital del Mar de Barcelona sacada al Paseo Marítimo por el personal sanitario del centro para tomar el sol y ver el mar Mediterráneo. EFE/ Enric Fontcuberta

Barcelona, 23 sep (EFE).- El Hospital del Mar de Barcelona ha reiniciado un ensayo, que tuvo que suspender por la pandemia de covid, para administrar musicoterapia a algunos pacientes ingresados en la UCI para comprobar sus beneficios, como una reducción de los niveles de estrés y de la necesidad de suministrar sedantes.

El estudio, que se hace en coordinación con el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), se ha podido reanudar gracias a una donación de la Fundación Manuel Lao y la colaboración de la Fundación Amigos del Hospital del Mar, que financian la participación de musicoterapeutas vinculados a ‘Huella Sonora Musicoterapia’.

La UCI del Hospital del Mar es una de las pioneras en la humanización de la atención a los pacientes ingresados, con un programa que incluye salidas terapéuticas para ver el mar, la utilización de realidad virtual para reducir la ansiedad de los enfermos y otras iniciativas.

El estudio quiere comprobar cómo la música aplicada a los pacientes ingresados ​​en la UCI ayuda a su evolución y prevé tener los primeros resultados antes de seis meses.

La experiencia de aplicar musicoterapia a los pacientes de la UCI se vio interrumpida por la pandemia de la COVID-19, que obligó a detener buena parte de los proyectos de humanización de este espacio, pero ahora, con el reinicio de la actividad, aprovecharán para poner en marcha un estudio que analizará de forma empírica si su utilización es realmente útil a la hora de tratar a las personas ingresadas en la UCI.

«El objetivo de los programas de humanización es que el paciente evolucione más rápidamente en su proceso de recuperación, reciba antes el alta y lo haga con menos secuelas», ha explicado el jefe del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital del Mar, Joan Ramon Masclans.

Según el médico, estas acciones también tienen un efecto sobre las familias, reduciendo sus niveles de ansiedad y también sobre el personal sanitario, muy castigado por la pandemia.

La musicoterapia se basa en aplicar un programa musical adaptado a cada paciente de forma individual para dar respuesta a su situación, evolución y capacidad de respuesta, con la intención de ayudar a su evolución, reducir los niveles de estrés y facilitar su interacción con su entorno.

«Aparte, se espera que con esta herramienta de humanización se disminuya la necesidad de medicación sedante y ansiolítica. Y, por tanto, reducir posibles interacciones medicamentosas y efectos adversos de estos fármacos», ha añadido la médica adjunta del Servicio de Medicina Intensiva y una de las coordinadoras del programa de humanización, Cristina Climent.

El estudio se centrará en pacientes con diagnóstico de delirio, hiperactivo o hipoactivo, y analizará el efecto que tiene la musicoterapia al reducir la incidencia del delirio en estos pacientes.

«El delirio es una consecuencia frecuente y grave de los pacientes que requieren ingreso en la UCI y se asocia a complicaciones graves», ha indicado la también médica adjunta de la UCI Irene Dot.

El estudio prevé recoger muestras de saliva antes y después de la intervención para analizar determinados metabolitos que funcionan como indicadores de los niveles de estrés y bienestar del enfermo, para poder determinar los beneficios de la actuación sobre su estado.

Además de hacer salidas terapéuticas de los pacientes de la UCI para ver el mar, en compañía de familiares y amigos, en la UCI del Hospital del Mar también utilizan la tecnología de realidad virtual para mejorar el estado de ánimo de los enfermos y ayudar en los ejercicios de recuperación física.

Ahora también trabajan para permitir la entrada de animales terapéuticos, y, con la remisión de la pandemia, piensan en recuperar la posibilidad de que los pacientes estén en todo momento acompañados por sus familiares y que éstos puedan colaborar en los cuidados que se les hacen.