Barcelona, 29 sep (EFE).- El hasta ahora vicepresidente del Govern, Jordi Puigneró, al que anoche destituyó Pere Aragonès, es un dirigente fiel al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont que ha ejercido como máximo representantes de Junts en el Ejecutivo desde mayo de 2021, es decir, durante casi año y medio.
Puigneró llegó a ser el número dos del Govern después de la renuncia de Elsa Artadi y Josep Rius a estar en el gobierno catalán, de forma que se puso al mando de una cartera integrada por la vicepresidencia y combinada con Políticas Digitales y Territorio.
Desde ese rol preponderante en el Govern, Puigneró ha tratado de liderar en el ejecutivo la reclamación del traspaso de Rodalies -su «caballo de batalla» de la legislatura, dijo en octubre- y ha puesto cada gran avería en este servicio como ejemplo de la «incompetencia» del Estado.
Y es que Puigneró es un firme independentista que ya anoche, cuando Aragonès le destituyó, fue arropado en las redes sociales con mensajes de apoyo por parte del propio Puigdemont o de Laura Borràs, entre otras figuras de Junts.
Jordi Puigneró procede de la cantera de Convergència -en concreto, de su rama independentista-, forma parte del círculo de confianza del expresident Carles Puigdemont y ha hecho de la aspiración a una «república digital» catalana su seña de identidad política.
Conseller de Políticas Digitales y Administración Pública en el gobierno presidido por Quim Torra, Puigneró ha impulsado el lanzamiento de nanosatélites de la Generalitat al espacio, el despliegue de la fibra óptica en zonas con menor conexión y los primeros pasos de la tecnología 5G.
Nacido en Sant Cugat del Vallès (Barcelona) en 1974, estudió Ingeniería en sistemas de información en la Universidad de Surrey (Reino Unido) y, antes de incorporarse al Govern, ejerció de secretario de Telecomunicaciones, Ciberseguridad y Sociedad Digital del ejecutivo catalán desde 2013.
Su trayectoria y el libro «El quinto poder. La república digital en tus manos» (Ed. La Campana) reflejan su pasión por la tecnología y su compromiso independentista: fue el encargado de coordinar la defensa frente al ciberataque que sufrió la Generalitat durante la consulta soberanista del 9N de 2014, una función que también desempeñó durante las votaciones del 1 de octubre de 2017.
Con 25 años, Puigneró ya engrosaba las filas de la Joventut Nacionalista de Catalunya, con 28 se estrenó en política institucional como jefe de gabinete del entonces alcalde de Sant Cugat del Vallès, Lluís Recoder, y con 31 comenzó a ejercer de concejal.
Puigneró se dio a conocer mediáticamente en 2004, cuando en un congreso de Convergència en L’Hospitalet abogó por hacer campaña en contra de la Constitución Europea porque no reconocía la oficialidad del catalán, un giro de guión que Artur Mas y el resto de la dirección no esperaban.
A finales de agosto de 2020, Puigneró siguió el ejemplo de Puigdemont y otros consellers como Meritxell Budó, Miquel Buch o Damià Calvet, y dio el salto a las filas de JxCat, recién constituido como partido.
En el seno del Govern, desde el rol de vicepresident, Jordi Puigneró también ha liderado las negociaciones para la ampliación del aeropuerto de El Prat.
En agosto de 2021 Puigneró llegó incluso a sellar un acuerdo con el Ministerio de Transportes sobre la ampliación del aeropuerto de El Prat, aunque ese proyecto acabó embarrancando en medio de posturas discrepantes entre Junts y ERC y la oposición de algunos alcaldes a la ampliación, como Ada Colau.
En el plano más político, Puigneró ha tratado de internacionalizar el caso de espionaje a políticos independentistas catalanes y ha mantenido una postura discrepante respecto a la Mesa de Diálogo con el Gobierno.
De hecho, en septiembre de 2021 el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ya le trasladó a su número dos la necesidad de que JxCat actuara con «lealtad» ante la Mesa de Diálogo, después de que Junts planteara que los expresos Jordi Sànchez y Jordi Turull estuvieran en esa mesa, en lugar de elegir a integrantes del Govern.