Encuentran un acueducto de la época romana bajo la cárcel de Carabanchel

Vista de una mina o viaje de agua de la época romana, el primer ejemplo que se documenta en la Comunidad de Madrid, descubierto durante las excavaciones arqueológicas desarrolladas en los terrenos de la antigua cárcel de Carabanchel y el parque Eugenia de Montijo de Madrid. EFE/Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid

Madrid, 29 sep (EFE).- Las excavaciones arqueológicas desarrolladas entre enero y mayo en los terrenos de la antigua cárcel de Carabanchel y el parque Eugenia de Montijo han permitido encontrar una mina o viaje de agua de la época romana, el primer ejemplo que se documenta en la Comunidad de Madrid.

La intervención arqueológica, dirigida por Rosa María Domínguez y Luis Hernández, se llevó a cabo entre el 18 de enero y el 6 de mayo de este año, dentro del proyecto de urbanización del Plan Parcial de Reforma Interior de la cárcel de Carabanchel, promovido por la sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios y de la Seguridad del Estado.

Los viajes de agua están sujetos a la protección prevista para los Bienes de Interés Patrimonial (BIP), de acuerdo con la Ley 3/2013 de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, además de contar con la protección de yacimiento arqueológico documentado.

La directora general de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid, Elena Hernando, ha explicado a Efe que la mina es un sistema subterráneo de captación y de transporte de agua.

«Con los datos actuales no se puede asegurar el momento de la construcción de esta infraestructura, que será amortizada y reutilizada como vertedero a partir de la segunda mitad del siglo IV después de Cristo, en la época tardorromana», ha indicado Hernando.

En los alrededores hay un poblamiento de época romana imperial, pero situado a cotas superiores, por lo que parece poco probable que este acueducto se construyera para su abastecimiento.

«No se ha podido documentar la morfología completa de la mina, ya que no se ha alcanzado su base», ha apuntado la directora general, quien ha precisado que en los puntos desde donde se puede acceder se observa que está prácticamente colmatada por sedimentos procedentes de los desprendimientos del techo y las paredes.

En la península ibérica se documentan este tipo de infraestructuras en el territorio de Tarraco para abastecer a las civitas y a las villas rurales y también existen ejemplos en Toledo, Cuenca, Jaén o Mérida.

La Dirección General de Patrimonio Cultural ha establecido, en una resolución, la presentación de un proyecto de construcción del viario que sea compatible con la conservación del acueducto romano, dada la protección patrimonial con la que cuenta.

Para obtener datos sobre el recorrido y morfología de la infraestructura se solicitaron diferentes estudios con el objetivo de garantizar su preservación como una prospección electromagnética, una tomografía eléctrica, sondeos geotécnicos en los pozos de ataque/trazado de la vía, un estudio geológico-geomorfológico y un escaneado en 3D del acueducto.

Parte de estos estudios no han sido realizado todavía y el conjunto de resultados serán incluidos en la memoria final de la intervención.

Los resultados de la excavación han puesto de manifiesto una secuencia de ocupación del sitio que arranca en época carpetana, tiene continuidad en época romana bajo imperial y tardorromana, para volver a tener actividad siglos después, en la época Moderna y Contemporánea.

De la fase de ocupación de la segunda Edad de Hierro se documenta, bajo los niveles de un vertedero de época romana bajoimperial, una secuencia de época carpetana con materiales cerámicos fechados entre los siglos IV y II a.C.

Se caracteriza por la presencia de niveles de derrumbe de tapial y adobes que cubren un conjunto de habitaciones con al menos seis construcciones de uso indefinido, pudiéndose tratar de espacios residenciales o funcionales en torno a un espacio central abierto.

La época romana es la que presenta mayor interés. En un primer momento, entre finales del siglo II – siglo III se produce la amortización de una serie de zanjas, presumiblemente relacionadas con el drenaje de la zona. A este momento se asocia también el vertedero que se desarrolla sobre los restos del arruinado poblamiento de la segunda Edad del Hierro.

El segundo momento, de mediados del siglo IV- principios del V, corresponde a la amortización de los pozos de ataque, la mina de agua identificada y las estructuras auxiliares correspondientes, y una zona de ocupación muy arrasada localizada en las inmediaciones del tercer pozo de ataque caracterizada por restos de un muro, una zona de combustión y de derrumbe de tejas.

En época Moderna/Contemporánea (siglos XVIII-XIX) se documenta un estrato orgánico asociado a zonas de explotación agraria, así como de pozos y minas de agua relacionadas con la captación y distribución de agua; un posible estanque y una alineación de alcorques que marcan el trayecto del camino arbolado que conducía desde la Quinta de los Condes de Miranda, luego de la emperatriz Eugenia de Montijo, a la Iglesia de Santa María la Antigua.