Toledo, 29 sep (EFE).- El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha pedido este jueves al Gobierno de España que sea «tenaz» y que impida que los trasvases del Tajo al Segura que se planteen en los próximos meses sean para regadío, para lo que ha apostado por el abastecimiento a través de las desaladoras.
Durante un acto en Tomelloso (Ciudad Real), el jefe del Ejecutivo regional ha considerado que «tiene que llover muchísimo para que se arregle el problema del agua», al tiempo que ha valorado los últimos acuerdos del Gobierno central en materia de trasvases porque son «coherentes» con las necesidades de Castilla-La Mancha.
García-Page ha manifestado que nunca ha estado en contra de que se trasvase agua para «consumo humano, empleo o consumo urbano» en el Levante español, pero ha incidido en que antes los recursos los tenía que interponer Castilla-La Mancha y ahora los interpone el Levante.
La ‘guerra’ continúa, ha dicho, si bien ha indicado que no le gusta utilizar ese concepto sino el de «defensa legítima de un bien escaso que no va a haber mucho más en el futuro».
Por otro lado, también en materia de agua, ha celebrado el compromiso público de crear un nuevo consorcio para completar la solución a los pozos en situación irregular en la región, un proceso que ha recordado que resolvió en más de un 50 por ciento el expresidente castellanomanchego José María Barreda.
En este nuevo consorcio que tendrá que estar en marcha en los próximos meses, ha dicho, el Gobierno regional se va a «implicar», sobre todo, para «exigir que se acelere y se agilice lo antes posible» la solución para todos los pozos irregulares.