En este Plan Presupuestario se ha realizado una estimación sobre los ingresos y los objetivos financieros
Desde el Ayuntamiento de Móstoles, se ha presentado la planificación presupuestaria para los años de entre 2023 y 2025. En ellos se ha realizado una estimación sobre los ingresos y los objetivos financieros. Los ingresos y gastos de capital y financieros, destacan, que no tienen por qué estar subordinados al devenir del PIB y del IPC. Sin embargo, en aquellos momentos en los que tiene sentido, sí se han tenido en cuenta para realizar las previsiones.
El Ayuntamiento tiene un 50% del capital, mayoría de derechos de voto, nombra a la mayoría de integrantes de los órganos de gobierno y/o de administradores. Estos se financian mayormente con ingresos de no mercado.
En primer lugar, se habla de los ingresos. Comienzan con los impuestos locales. En el caso del impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana se mantienen las estimaciones iniciales del 2022. Lo que será una cifra de 8.262.000 euros. En cuanto a la Gestión Tributaria y Recaudación del Ayuntamiento la cantidad quedaría justificada en la reducción en los derechos a liquidar. Se prevé que está no sea inferior al 25,69%.
Respecto al IBI, se relaciona la evolución del ingreso con las proyecciones del PIB a medio plazo, corregidas en un 50% adicional. Esto se debe a su importancia cuantitativa, pero también a la especificidad del mercado inmobiliario.
En cuanto a los gastos se han diferenciado diferentes bloques. En el primero, se habla sobre el personal, donde los gastos que se proyectan durante los siguientes 3 años se incrementa un 2%. Semejante al que se produjo en el 2022. Existe un bloque también sobre los bienes corrientes y servicios, los cuales también aumentarían en los dos próximos años. Esto sería en la tasa de variación prevista para el IPC.
Los dos últimos bloques pertenecerían a los activos y pasivos financieros. En cuanto al primero de ellos, de los ejercicios, procedentes del pago de los anticipos de personal, se toma la cantidad de obligaciones reconocidas netas del 2022. Además, se incrementa cada año en la tasa de variación que está prevista para el IPC. Mientras que las proyecciones de los pasivos financieros se basan en los cuadros de amortizaciones de operaciones financieras. Concretamente, de las que tiene formalizadas el Ayuntamiento.