El conjunto entrenado por Mere recibió dos golpes duros en la primera mitad, de los que intentó reponerse sin éxito
Al Fuenlabrada le cuesta encontrar su mejor versión lejos del Fernando Torres, y una nueva prueba de ello fue que, en San Fernando, el equipo volvió a tener problemas. De nuevo, un inicio algo desconectado de los visitantes fue aprovechado por los hombres de arriba del conjunto local, que consiguieron encarrilar el partido para los suyos antes de que se cumpliera la primera media hora de juego.
En torno al minuto 26, una buena jugada combinativa orquestada por los centrocampistas del San Fernando consiguió ganarle la espalda a la defensa y dejar a Dani deshabilitado, con un acertado último pase. El tanto fue un jarro de agua fría para un Fuenlabrada que estaba haciendo las cosas bien, firme sobre el césped y sin conceder demasiado. Los jugadores, que venían de ganar en casa al líder de la categoría, el Racing de Ferrol, confiaban en poder darle la vuelta a la desafortunada dinámica que sufren en sus desplazamientos recientes.
Sin embargo, este gol fue un golpe duro. Aún con el Fuenlabrada reponiéndose, el San Fernando aprovechó una jugada afortunada, sin apenas peligro aparente: un rebote tras un despeje de Juanma, rebotó en el rival y se quedó entre Soti y el delantero local. Este se anticipó, se plantó ante el guardameta y le batió. El dos a cero antes del descanso fue un varapalo tremendo para un Fuenlabrada que afrontaba el intermedio como una oportunidad para reconducir el encuentro y las sensaciones.
MERE AGITÓ EL BANQUILLO EN LA SEGUNDA PARTE
Mere agitó el banquillo en la segunda parte, con la entrada de Iban Salvador por Barbosa nada más producirse la reanudación. Sin embargo, la lesión de Sotillos le hizo gastar otra ventana de cambios, en la que aprovechó para sustituir, además de al lesionado Sotillos, a Diame y Javi Robles. Entraron en su lugar Cristóbal, Álex Alegría y Aleix Coch.
Los recién entrados aportaron energía al equipo, que tiró de orgullo en una segunda parte muy trabada. Pese a que no se jugó demasiado en este segundo periodo, el Fuenlabrada tuvo un par de oportunidades de acortar distancias que no fructificaron. Cerca del final, con el equipo volcado arriba, el San Fernando amplió distancias con un gol de falta.
El Fuenlabrada, pese al esfuerzo realizado, sigue sin tener fortuna en los desplazamientos lejos del Fernando Torres. Los dos próximos encuentros, también lejos de casa, se presentan como la oportunidad perfecta para espantar fantasmas y reconducir el rumbo de un equipo que ha demostrado que tiene ambición y ganas de hacer grandes cosas.
