Barcelona, 13 nov (EFE).- Dos activistas militantes de la organización Futuro Vegetal «han bañado» este domingo con un líquido que «simulaba petróleo» la vitrina de una réplica de una momia faraónica en el Museo Egipcio de Barcelona en protesta por la emergencia climática.
Asimismo, han rociado la pared con «sangre falsa» y han desplegado una pancarta con el mensaje: «COPCA COLA +2.5º», en referencia a la cumbre COP27 que se celebra estos días en Egipto.
A través de un comunicado, han señalado, posteriormente, que las alusiones a la CocaCola tienen que ver con el hecho de que la COP27 consideran que «está patrocinada por esta multinacional, corporación señalada como la mayor contribuidora mundial en la contaminación por plásticos», y también quieren subrayar con la protesta que «la subida de la temperatura mundial provocará un clima inestable y graves consecuencias en todo el planeta».
Una de las activistas, que ha pegado su mano a una de las vitrinas de la pared, ha señalado que llevaba a cabo la acción porque «no aguantamos más que los gobiernos laven su imagen en COPs para engañar a la población, sin efectuar medidas reales».
A su juicio, «mientras la ONU prevé escenarios de 2,5ºC, nuestros líderes políticos se sientan por 27ª vez en una mesa pagados por CocaCola, una corporación ‘ecocida’, para tomarse unas fotos y volver a sus países a no llevar a cabo ninguna medida real».
El otro activista ha indicado que «el momento histórico que vivimos nos sitúa en dos posiciones, o revolucionamos el modo de vida que tenemos y provocamos un cambio de sistema radical que democratice la toma de decisiones con respecto al modelo económico y político o estamos abocados a la extinción».
Un portavoz del Museo Egipcio ha explicado a EFE que aunque han reforzado la seguridad a raíz de otros incidentes parecidos ocurridos en las últimas semanas en diferentes ciudades de todo el mundo, «ellos sabían muy bien lo que hacían, ha ido todo muy rápido y han acabado vertiendo un líquido sobre una de las vitrinas con una momia y en la pared».
Han llegado acompañados por un fotógrafo, en total una media docena de personas, y los mismos activistas han pedido al centro que llamaran a los Mossos d’Esquadra cuando han acabado «su performance».
El museo ha tenido que cerrar la sala afectada «con el perjuicio causado a los visitantes y al centro», sin que hayan acabado todavía de calcular a cuánto pueden ascender los daños causados hoy.
En todo caso, las citadas fuentes han afirmado que «nos ha tocado a nosotros porque la cumbre sobre el clima se está celebrando en Egipto».
Una vez han llegado los Mossos d’Esquadra al museo, los activistas se han desenganchado de las vitrinas sin que se hayan producido detenciones, aunque el centro tiene previsto presentar una denuncia por daños a los asistentes.
Futuro Vegetal se califica de movimiento adscrito a Rebelión o Extinción y Rebelión Científica y «persigue la resolución de la Crisis Climática a través de la adopción de un sistema agroalimentario basado en plantas».
Tiene presencia en una setentena de países diferentes y está formado por unos 1.140 grupos locales, que quieren que «se diga la verdad sobre lo urgente de la crisis climática, que se reduzcan las emisiones drásticamente y que se pongan en marcha asambleas ciudadanas para desbloquear la toma de decisiones y un método, la desobediencia civil».
El pasado 5 de noviembre, y como sucedió con anterioridad en otros museos del mundo, dos activistas de Futuro Vegetal se pegaron a los marcos de los cuadros de La maja desnuda y de La maja vestida de Francisco de Goya expuestos en el Museo Nacional del Prado en Madrid en señal de protesta por la emergencia climática.